MOLTI DIVERSI

La sociedad del espectáculo

La tecnología ha ocasionado que constantemente estemos enfrente de una cámara y de un público

OPINIÓN

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María del Mar Barrientos / Molti Diversi/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Así es. Vivimos en la sociedad del espectáculo, en donde nosotros a veces somos el actor, a veces el espectador, pero la interacción social en la actualidad tiene que ver con un protagonista, un público y una cámara.

El título de esta columna es exactamente igual al de un trabajo de filosofía publicado en 1967 por el politólogo Guy Debord, en el que se habla del desarrollo de una sociedad moderna que se ha convertido en una mera representación. Debord habla mucho del espectáculo como la imagen invertida de la sociedad y lo define como “una relación social entre la gente que es mediada por imágenes”.

El escrito también nos da una reinterpretación profunda del trabajo de Marx, sobre la mercancía y los medios de comunicación contemporáneos.

¡Qué curioso!, ¿no?, 1967 y esto tiene una similitud inmensa con el año actual. Es decir, 55 años después podemos seguir diciendo que vivimos en la sociedad del espectáculo, pero con variables en la ecuación. La tecnología, por ejemplo, desde mi punto de vista, es la principal variable que no sólo ha transformado, sino que ha dictado un cambio social drástico en la manera de interactuar y de concebir la vida.

De 1967 a hoy han cambiado muchas cosas: la manera de comunicarnos con el mundo, los celulares, el internet y específicamente la forma de estar pegado a un aparato las 24 horas del día, pensando constantemente en qué contenido subir para poder atraer la atención del “público”, conformado por nuestros seguidores y traducido en familiares, amigos y algunas veces en fans.

Se dice que cuando un actor está realizando un personaje por determinado tiempo, le cuesta mucho desapegarse de éste, y hasta algunos tienen que ir a terapia para volver a encontrarse a sí mismos. La pregunta sería, ¿qué pasa cuando la sociedad está actuando constantemente las 24 horas del día? ¿Ese papel que mostramos al mundo a través del teléfono, somos realmente nosotros o estamos actuando?, ¿sabemos quienes somos cuando no estamos haciendo una instastory? Éstas son premisas que sería muy interesante desarrollarlas, porque si en 1967 ya hablábamos de una sociedad del espectáculo, podríamos decir que hoy en día esto se ha convertido en un verdadero circo.

Lo cierto es que las nuevas generaciones nacen bajo un reflector, crecen entendiendo cómo funciona este show business, y le entran con singular alegría, y cómo no hacerlo, si no conocen otra cosa. Desarrollan su papel a lo largo de la vida, encuentran a su público, desarrollan su contenido, que es un reflejo de su personalidad, gustos y percepciones.

Y hablando de percepciones, esta imagen que dan a través de las redes sociales podría ser incluso más real que la propia realidad.

Sin embargo, no podemos dejar de actuar. Decía uno de mis entrevistados que cada quien tiene que tener una public persona y una private persona. Creo que en esta sociedad del espectáculo en la que vivimos, todos tendremos que aprender a lidiar con ambas personas que se encuentran en una misma. Muy difícil para los que no crecimos con la tecnología tan desarrollada, pero más aún para los que nacieron con ella. Veremos como se va desarrollando este circo...

POR MARIMAR BARRIENTOS

mariadelmarbat@gmail.com
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