LA ENCERRONA

El manual (militar) de Putin

“Ucrania quiere la paz. Tenemos claro que no queremos una guerra ni fría, ni caliente, ni híbrida”. Volodymir Zelensky

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En mi columna anterior “Extrañar a Merkel” comenté que la historia es cíclica y que, al conocerla, es menos probable repetir los errores pasados. Sin embargo, la óptica de dichos “errores” se mide dependiendo de quien los mire y esto lo sabe perfecto Vladimir Putin, quien considera que Mijaíl Gorbachov y a Boris Yeltsin “fueron engañados por la OTAN y por EEUU” resultando ser los artífices de la debacle rusa al en el sistema internacional y la pérdida de su esfera “natural” de influencia, por lo que está dispuesto a lo que sea para devolver las viejas glorias del Kremlin y de toda Rusia.

En este momento el debate mundial se encuentra en que si los ataques rusos a Ucrania fueron premeditados por Vladimir Putin y si estallará la III Guerra Mundial, a sabiendas de las consecuencias que traerá para Rusia y para todo el orbe. Según las voces de varios expertos, tanto Putin como su círculo cercano, y sus posibles aliados, realizaron su análisis costo-beneficio al encarar este conflicto y al escalarlo hasta las dimensiones en las que nos encontramos. La invasión a las regiones de las repúblicas previamente autoproclamadas independientes y que conforman el Donbás, Donetsk y Lugansk, incluido el puerto de Mariupol, así como el discurso proclamado por Putin la mañana de ayer y la toma de la planta de energía nuclear en Chernobyl, dan cuenta fehaciente esto.

En este sentido, Putin está poniendo en marcha una estrategia militar geopolítica -de manual-, las tropas rusas bloquearán el acceso al mar, tomarán control de recursos vitales para Ucrania y hará sentir la amenaza permanente a la ciudad capital de Kiev. De manera paralela, el mandatario de la Federación de Rusia manda el mensaje al mundo “esta operación militar especial cuyo objetivo es defender a las personas que en los últimos ocho años han sufrido vejaciones, un genocidio perpetrado por el régimen de Kiev. Y por eso vamos a procurar desmilitarizar y desnazificar Ucrania”. Proclamándose como el “salvador” de la región.

Por su parte, las respuestas de “occidente” han sido un tanto tibias ante el avance militar ruso, pues las sanciones “sin precedentes” que Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña han impuesto al día de hoy (incluida una eventual expulsión del sistema SWIFT), que si bien claro que merman las finanzas y la economía del Kremlin y de los oligarcas rusos, no han disuadido en absoluto las ambiciones expansionistas del líder del Kremlin. Ante esta situación, la OTAN, evocando al artículo 4 de sus estatutos, ha comenzado con su despliegue militar en las naciones vecinas de Ucrania, alistándose para un eventual intervención de las fuerzas armadas.

Así, todo parece indicar que estamos sentados sobre un barril de pólvora. Nos encontramos frente al mayor indicio de una guerra con los niveles de la ocurrida en 1939 si no se logra una solución diplomática en las siguientes horas, como lo propone el Secretario General de la ONU y el gobierno mexicano, que a través del Canciller Marcelo Ebrard y su representante Permanente de México ante esta Organización, Juan Ramón De la Fuente, quien hizo un llamado a al diálogo del grupo trilateral de contacto (Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea) en el formato del Cuarteto Normandía (Rusia, Ucrania, Alemania y Francia), reiterando de manera firme que “México ha respaldado la independencia de Ucrania y su integridad territorial con base de sus fronteras reconocidas internacionalmente”. El pueblo mexicano y la comunidad internacional desea una pronta resolución pacífica del conflicto para evitar otra guerra mundial.

*Este texto se basa en los datos e información de los sucesos en desarrollo.

POR ADRIANA SARUR
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@ASARUR

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