De la habilidad de los gobernantes para calcular los tiempos dentro de su gestión, depende gran parte del éxito o fracaso de la misma. Saber cuándo imponerse, cuándo retirarse, cuándo negociar o cuándo comenzar a ceder el poder, es parte del conocimiento de aquellos que, al ejercer la responsabilidad de dirigir un país, están obligados a poseer para concluir con resultados positivos su periodo de gobierno.
El problema radica tanto en los obstáculos que se presentan a lo largo de este sinuoso camino, como de la capacidad del gobernante de controlar sus impulsos que provienen de esa sensación que le hace creer que lo puede todo, y en todo momento.
Cuando las voces que le recuerdan que es humano, y por lo tanto es susceptible a equivocarse, se apagan por temor a la reacción del caudillo; el monólogo del poder lo lleva indefectiblemente a un precipicio al que arrastra al país entero.
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El peor error de cálculo de Andrés Manuel López Obrador no está ni en la Reforma Eléctrica, ni tampoco en el inútil ejercicio de revocación —ratificación— de mandato, sino en haber adelantado la sucesión presidencial a la mitad de su sexenio. Independientemente de que el resultado electoral en la Ciudad de México haya sido adverso a su heredera, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el haber destapado a su posible sucesora con tanta anticipación es un gravísimo error de cálculo que le está costando ya, en términos de una disminución sustancial de su poder para gobernar.
No se puede adelantar la cesión del poder, y al mismo tiempo suponer que se puede conservarlo.
Para el resto de la estructura morenista no vinculada con Sheinbaum, se trata de un mensaje claro de que hay que buscar vías alternativas para seguir en el juego político después de 2024.
El senador Ricardo Monreal, el canciller Marcelo Ebrard y el propio secretario de Gobernación, Adán Augusto López saben muy bien que los excesos verbales del Presidente de la República frente a sus adversarios reales e imaginarios, no son más que una expresión del poder disminuido por el desgaste diario en temas intrascendentes y dañinos para el propio mandatario.
La elección anticipada de Claudia Sheinbaum provoca que el resto de la estructura de apoyo en el gabinete y en determinados segmentos de Morena, actúe con el menor perfil posible, ante la ausencia de incentivos para respaldar al Ejecutivo.
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El Andrés Manuel López Obrador calculador de los tiempos políticos ha cometido el peor error de su vida. Primero, adelantar la sucesión presidencial, y, segundo, incrementar la confrontación con sus enemigos al grado de unificarlos con cada vez más grandes sectores de la población.
“Sabia virtud de conocer el tiempo”, diría el maestro Renato Leduc.
POR EZRA SHABOT
EZSHABOT@YAHOO.COM.MX
@EZSHABOT
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