El hombre es de las pocas especies que tropieza dos veces con la misma piedra y es encarnado en diferentes federativos, pero lo vuelve a hacer. Prácticamente cada proceso se convierte en una cadena cíclica de errores que termina de la misma forma.
México calificando a los Mundiales, objetivo final de estos conformistas hombres de pantalón largo que están contentos con llegar a la máxima cita, sin importar lo que dentro de ella acontezca. Total. Ya tienen el botín asegurado.
Era 2001. Enrique Meza tenía al combinado nacional en quinto lugar de la eliminatoria, recordando que solo pasaban, como ahora, tres directos y uno al Repechaje. Terminó siendo despedido. Comenzaban los consentidos, que no se encontraban en un buen momento. Jorge Campos pese a lo mítico que fue, ya iba de salida. Mismo caso del Chima Ruiz, El Flaco Macías, entre otros.
Llegó Javier Aguirre como bombero, haciendo lo que cualquiera tendría qué hacer. Llamó a elementos que se encontraban en mejor nivel, calificaba al mundial y acababa eliminado en el cuarto partido frente a Estados Unidos, en uno de los episodios más embarazosos del futbol mexicano.
Con Ricardo La Volpe se clasificó caminando, como él decía. Todos llenos de esperanza por sus dúctiles formas de juego. Ya en el mundial, llevó a su yerno Chiquis García a pasear. ¿Resultado? Adiós en el cuarto compromiso. Siguió el proceso para Brasil 2014.
José Manuel El Chepo de la Torre comenzaba a demostrar cosas interesantes, pero se presentó la eliminatoria y los caprichos volvieron, convocando a sus compadres sin importar el momento de forma que atravesaran. Gerardo Flores, Gerardo Torrado o Pablo Barrera, eran solo algunos de ellos. La historia ya la conoce. Salvados por Estados Unidos cuando México no tuvo los méritos para calificar.
Llegó Miguel Herrera, y como no podía ser de otro modo, adivine lo que pasó. Puso otra vez a jugadores que realmente merecían estar ahí. Llegamos al Mundial, y otra vez, echados en la misma instancia.
Lo que atravesamos en este 2022 es una calca. Jesús Gallardo ni titular es con Rayados y nadie lo mueve de la lateral, cuando Omar Campos, de Santos, Javier Aquino o el mismo Gerardo Arteaga han sumado números escandalosos. Luis Chaka Rodríguez ni se diga. Tristísimo.
Chava Reyes o Israel, de idéntico apellido, demuestran más cosas. Johan Vásquez, pretendido por los mejores del mundo y acá está de adorno. Jonathan Orozco, de los guardametas más goleados, incluso, en sus momentos de gloria, calienta el banquillo, cuando Carlos Acevedo lleva menos goles recibidos que partidos jugados. Erick Gutiérrez anda mejor que Héctor Herrera y nadie lo mueve. Alexis Vega, espectacular y es poco considerado prefiriendo a Rogelio Funes Mori, que contabiliza apenas un gol. Seguro Gerardo Martino verá la guillotina antes del Mundial. Llegará otro estratega, hará lo posible para ir, venga el dinero a las arcas de la Federación y volverán los compadrazgos. Esta película ya la vi. Ojalá al final cambie el desenlace.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
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