COMANDO Y CONTROL

Bombarderos y cazas furtivos: antesala de guerra

México debe de estar preparado para posicionarse –por lo menos política y comercialmente– ante los grandes cambios geopolíticos mundiales

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada hubo una serie de eventos que permiten analizar en tiempo real, cómo el mundo se sumerge en una nueva Guerra Fría, de proporciones mundiales, que bien podrá ser la antesala de una guerra mundial.

El pasado 2 de diciembre, el gobierno de Estados Unidos hizo público el proyecto de desarrollo de su nuevo bombardero nuclear de nueva generación, el B-21 Raider. El anuncio público del proyecto deja en claro que EU busca mantenerse muy por delante de sus adversarios en cuanto a la tecnología militar. Tiene planeado operar más de 100 de estos bombarderos, cuyas capacidades reales aún son un secreto. 

Expertos apuntan que el B-21 está diseñado para penetrar en espacio aéreos hostiles para llevar a cabo ataques convencionales, electrónicos y nucleares, con una variedad de armamento nuevo e incluso sirviendo como nave nodriza para enjambres de drones.

El 1 de diciembre, Alemania, Francia y España anunciaron un acuerdo trinacional para desarrollar un sistema de combate aéreo de nueva generación, que equipara a sus fuerzas aéreas en las siguientes décadas y muy probablemente por el resto del siglo. Este mensaje es importante, pues permite ver la intención de estos tres países europeos de prever el futuro de su defensa colectiva.  El proyecto FCAS/SCAF, valuado inicialmente en 10 mil millones de euros, prevé el diseño y desarrollo de un avión de combate de sexta generación, una nave no tripulada que funcione como compañero de ala (un robot de compañía, colaboración y protección), una familia de armamento aéreo nuevo y una "nube" (informática) para combate aéreo.  Este plan se suma y compite con el proyecto Tempestad liderado por Inglaterra, que incluye a Italia y Japón para desarrollar un sistema de guerra aérea similar.  

El 30 de noviembre, Rusia y China llevaron a cabo un ejercicio binacional con dos grupos de bombarderos nucleares que despegaron de sus bases en cada país y, después de volar de manera amenazante cerca de Japón y Corea del Sur, aterrizaron en el otro país. Los chinos en Rusia y viceversa los rusos. La idea fue demostrar que están operando de manera coordinada.  El ejercicio chino-ruso originó una reacción extraordinaria por parte de EU, Japón y Corea del Sur, que desplegaron en respuesta una gran cantidad de medios para monitorear al ejercicio. Tanto Rusia como China mantienen proyectos secretos de nuevos bombarderos nucleares furtivos.

El 29 de noviembre, Alemania, Francia y Reino Unido entregaron un documento al Consejo de Seguridad de la ONU en el que anuncian su preocupación por el continuo desarrollo de misiles balísticos por parte de Irán.  El último lanzamiento de satélite demostró que Teherán tiene la tecnología necesaria para atacar a Europa.  Esta es una señal que las potencias europeas se unen a EU en considerar a Irán como una amenaza cada vez más importante para su seguridad.  Todo apunta hacia la intensificación en la polarización mundial.

Lo anterior debe de servir como alerta, pues México debe de estar preparado para posicionarse –por lo menos política y comercialmente– ante los grandes cambios geopolíticos mundiales. Algo que no ha hecho muy bien en el pasado.

POR IÑIGO GUEVARA  MOYANO*
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C. C

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