POLÍTICA Y DIPLOMACIA SOSTENIBLE

COP 15: detengan la guerra contra la naturaleza

Pero, a diferencia de las anteriores, la actual extinción está ocurriendo en solamente unas décadas y no a lo largo de muchos siglos

OPINIÓN

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Miguel Ruiz Cabañas / Política y Diplomacia Sostenible / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La pérdida de la biodiversidad es una de las tres grandes amenazas al medio ambiente global. Las otras dos son el cambio climático y la contaminación (atmosfera, bosques, selvas, playas, suelos, ríos y océanos). Según la organización World Wildlife Fund, desde 1950 el mundo ha registrado una verdadera hecatombe, que ha pasado casi desapercibida por su gradualidad: la pérdida del 68 por ciento de la flora y fauna silvestre. https://www.france24.com/es/20200910-mundo-perdido-68-poblacion-silvestre 

Se trata de la quinta extinción masiva de especies desde el nacimiento de la Tierra, hace 4 500 millones de años. Pero, a diferencia de las anteriores, la actual extinción está ocurriendo en solamente unas décadas y no a lo largo de muchos siglos. Esta pérdida tiene una sola causa: los hábitos de producción y consumo de los seres humanos, iniciados con la revolución industrial. 

Nuestra forma de producir, consumir, desperdiciar y desechar, sobre todo en las economías más desarrolladas, amenaza la existencia de al menos un millón de especies, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. https://www.unep.org/es/resources/informe/sexto-informe-de-evaluacion-del-ipcc-cambio-climatico-2022 De acuerdo con la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), están amenazadas de extinción una de cada cuatro especies, incluyendo el 40 % de los anfibios, el 34 % de las coníferas, el 33 % de los corales, el 33 % de los tiburones y rayas, el 25 % de los mamíferos y el 14 por ciento de las aves. https://www.iucnredlist.org/es/  

Las causas de la desaparición de especies se relacionan con la tala de bosques y selvas para dedicarlas a la producción de alimentos, el saqueo de los mares, la expansión de las zonas urbanas, y la elevación de la temperatura que destruye los ecosistemas y la capacidad de adaptación de cientos de miles de especies. Pero la pérdida de biodiversidad pone en riesgo la provisión de agua potable y la conservación de los suelos, acelera la desertificación y la capacidad de los ecosistemas para absorber el dióxido de carbono que produce el cambio climático. También es la causa última de las pandemias, como el COVID19. 

¿Qué ha hecho la humanidad para preservar la vida en la Tierra? Frente a la magnitud del desafío, muy poco, al menos hasta ahora. La única esperanza es que el proceso de negociación en las Naciones Unidas genere un cambio de actitud de los gobiernos, empresas, sociedad civil y otras partes interesadas, para proteger la biodiversidad. Debe darse un cambio cultural que, entre otras cosas, escuche a los jóvenes y a los pueblos originarios, que exigen la preservación de la biodiversidad de la que dependemos todos.

Lamentablemente, se habla muy poco de la décimo quinta Conferencia de los estados parte del Convenio sobre Diversidad Biológica, la COP15, que se celebrará en Montreal, Canadá, entre el 7 y el 19 del presente mes. Se trata de un cónclave internacional tan importante para nuestra existencia como las COP sobre cambio climático.  

El Convenio fue aprobado en la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Actualmente cuenta con 196 signatarios, incluyendo a México, y a todos los estados miembros de las Naciones Unidas, excepto Estados Unidos y el Vaticano. Vaya usted a saber por qué hasta ahora nuestros vecinos, que han asumido el liderazgo contra el cambio climático durante la Administración Biden, y el Papa, que ha mostrado enorme interés en la preservación del medio ambiente, no la han ratificado.  

El convenio tiene tres objetivos: la conservación de la biodiversidad; el uso en forma sostenible de la misma (explotación sin extinción); y la participación equitativa en los beneficios que se generen del uso sostenible de los recursos genéticos. En ese contexto, la COP 15 tiene como propósito central aprobar un “Marco Global de Biodiversidad posterior a 2020” que, si llega a implementarse, podría poner fin a la guerra de la humanidad contra la naturaleza. El texto, aún en negociación, contiene 21 objetivos y es realista. Reconoce que se requieren medidas urgentes a nivel mundial, regional y nacional para transformar los modelos económicos, sociales y financieros, para que las prácticas que han exacerbado la pérdida de biodiversidad se estabilicen hacia 2030, permitan una recuperación de los ecosistemas en los siguientes veinte años, y se materialice la visión del Convenio de “vivir en armonía con la naturaleza para 2050”. Las próximas semanas veremos si los gobiernos y las empresas han entrado en razón. https://www.cbd.int/doc/c/0671/4456/ff4979877c8a9a910912689e/wg2020-03-03-es.pdf 

México cuenta con una Estrategia Nacional sobre Biodiversidad y un Plan de Acción 2016-2030, aprobado en 2016. https://www.biodiversidad.gob.mx/region/EEB Pero, históricamente, no nos hemos portado bien, aunque ha habido esfuerzos de reforestación y creación de áreas protegidas. Pero se calcula que hemos perdido el 50 % de nuestros ecosistemas naturales, especialmente selvas, pastizales, bosques nublados, manglares, matorrales y bosques templados. https://www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/porque Por lo tanto, el desafío es descomunal. Enfrentarlo exige un liderazgo firme e ilustrado del gobierno, que ha estado ausente en los últimos años con la construcción de grandes proyectos de infraestructura, sin estudios de impacto ambiental y sin consulta real con los pueblos originarios, como un tren que recorre la península de Yucatán, o una refinería construida sobre un antiguo manglar. 

POR MIGUEL RUIZ CABAÑAS ES PROFESOR EN EL TEC DE MONTERREY
@MIGUELRCABANASMIGUEL.RUIZCABANAS@TEC.MX

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