COLUMNA INVITADA

200 años de Luis Pasteur

Luego de ser profesor de arte, su primera vocación, se licenció en Ciencias en el Royal College of Besançon

OPINIÓN

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Recibió en vida todos los honores, y formó parte de todas las academias Créditos: Especial

en el bicentenario del nacimiento de Luis Pasteur se recuerda que a él se debe el descubrimiento de la vacuna contra la rabia, la pasteurización y la comprobación del origen microbiano de las enfermedades infecciosas, además de la demostración que no existe la generación espontánea de los seres vivos. 
 
Pasteur nació en Dole, Francia, el 27 de diciembre de 1822.

Luego de ser profesor de arte, su primera vocación, se licenció en Ciencias en el Royal College of Besançon.
 
Y obtuvo en 1847 su doctorado en la École Normale en París.
 
Iniciaba así un camino que revolucionaría las ciencias naturales y la medicina.
 
“¿Cómo puede explicarse el proceso del vino al fermentar o agriarse la leche cortada?” 
 
La respuesta a estas preguntas del propio Pasteur significó el descubrimiento de la pasteurización.
 
La fermentación no era un proceso químico. Dos levaduras intervenían en la descomposición del vino y la leche. Pasteur experimentó hasta calentar el vino a 55º, con lo que mataba a las bacterias no perjudicando su sabor. Igual lo hizo con las bacterias de la leche, esterilizando parcialmente su fermentabilidad, evitando la proliferación de microbios.

Con 42 años de edad demostró, además, que los microorganismos no se forman espontáneamente, que todo ser vivo procede de un ser vivo anterior, desafiando siglos de creencias en la generación espontánea, decretada por Aristóteles.

La historia refiere que Félix A. Pouchet aseguró a la Academia de Ciencias de París el 20 de diciembre de 1858, “que bajo condiciones cuidadosamente controladas se había producido la generación espontánea de microorganismos nacidos espontáneamente en el aire artificial y en el gas oxígeno en caldos que estuvieron en contacto con aire”. 

Y agregó en casi mil páginas, que la generación espontánea es una realidad y asegurando que la aparición de bacterias se produce cuando está presente un cuerpo que pueda pudrirse en tierra, agua y aire.

Luis Pasteur demostró que con ausencia de gérmenes en los caldos de cultivo no se generaban microbios, desacreditando la teoría de Pouchet sobre la generación espontánea, aunque los opositores a Pasteur no descansarían los años posteriores.

Por sus aportaciones a la ciencia Luis Pasteur fue nombrado en 1857 Director de Estudios Científicos de la Universidad de París.
 
Estudiando la mortandad en los gusanos de seda, que devastaban los sembradíos europeos, luego de cinco años de estudios, entre 1865 y 1870, en los sembradíos de plantas de morera en la ciudad de Alais, 

Pasteur comprobó que los glóbulos negros en los gusanos de seda eran una enfermedad producto de un microorganismo que se transmitía en gusanos, crisálidas y mariposas. 

A esta enfermedad se agregó otra que les producía males en la digestión al comer las hojas de morera ya impregnadas de microorganismos letales.

Con los hallazgos de Pasteur, renació en Europa la industria de la seda natural hasta la aparición de la seda sintética en 1884 creada por Hilaire de Chardonnet.
 
El descubrimiento de estos microorganismos llevó a Pasteur a influir a que, en Francia, a partir de 1871, los médicos se lavaran las manos y se tuviera más profilaxis en los instrumentos médicos.

Había antecedentes de esta necesidad de higiene como el del doctor británico Ignaz Semmelweis, quien cuestionó en 1825 que los médicos que hacían las autopsias se trasladarán a la zona de obstetricia y sin asearse procedían a los trabajos de parto, generando un alto índice de mortandad entre las mujeres que eran infectadas por los microbios de los cadáveres. Por su empeño en la higiene fue encerrado en el manicomio municipal, a pesar de haber reducido drásticamente los decesos de las parturientas.

Incansable, en 1871 Pasteur descubrió en pollos cómo inocular enfermedades con patógenos debilitados artificialmente, a partir de la propia enfermedad.

Pasteur les inyectó a algunos pollos un cultivo de bacterias con 30 días de abandono. Las aves inoculadas presentaron síntomas leves de cólera, pero lograron sobrevivir y no fueron infectadas como los pollos del resto de la granja que murieron por decenas.

Pasteur perfeccionó el principio de inmunidad con cepas débiles de una enfermedad. 

Un siglo antes, Edward Jenner había descubierto que el virus de la viruela bovina protegía contra la viruela. 

Por ello Pasteur llamó vacunas a su hallazgo en honor a Jenner, cuyo aporte no fue que inoculó a algunas personas con la vacuna contra la viruela, -inoculación que ya se practicaba en el Imperio Otomano-, sino que demostró que los vacunados con cepas debilitadas eran inmunes a la viruela, enfermedad que mataba al 20% de los infectados. 

Cabe recordar que este principio de inoculación hizo célebre a Mitrídates el Grande, monarca helenístico del reino del Ponto, quien hacia finales de los años setenta antes de Cristo introdujo en su cuerpo todos los venenos conocidos en busca de la inmortalidad, luego de envenenar a decenas de legionarios romanos. 

Fue a partir de estos y otros antecedentes que en 1885 Pasteur probó la vacuna contra la rabia creada a partir de la salivación de perros contagiados.
 
El niño Joseph Meister había sido mordido por un perro infectado de rabia. Sin tratamiento moriría sin remedio. Pasteur le inoculó la vacuna y le salvó la vida.
 

  • Como a millones de seres humanos con sus aportaciones a la ciencia.
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  • Recibió en vida todos los honores, y formó parte de todas las academias.
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  • Fundó y dirigió el Instituto Luis Pasteur hasta su deceso en 1895. 
  • Descansa en el huerto del recinto, cuyo amplio patio convive con el Museo Pasteur. 
  • Celebrar hoy a Pasteur es celebrar el avance de la ciencia.

Por: Miguel Ángel Pineda

Periodista, ensayista y promotor cultural

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