ARTICULISTA

Maya Ruiz-Picasso

Picasso murió en 1973 y ella asumió la responsabilidad de preservar e impulsar el legado de su padre

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Maya Ruiz-Picasso, la hija de Pablo Picasso que se convirtió en la protectora del legado de su padre, murió recientemente en París.

Maya fue la protagonista de numerosos cuadros de su padre de estilo cubista, uno de los más conocidos Maya con una muñeca de 1938. Maya es el apodo de María de la Concepción, el nombre que le dio Picasso a su hija en homenaje a su hermana fallecida cuando él tenía 14 años.

Nacida en la localidad francesa de Boulogne-Billancourt en el año 1935, Maya era la segunda hija del pintor malagueño y dedicó gran parte de su carrera profesional a promover el legado de su padre. Toda su vida fue "la cómplice y confidente privilegiada de Picasso, la única que podía entrar a su estudio" a cualquier hora del día o de la noche.

Maya creció entre París y Royan, una ciudad costera en el suroeste de Francia. Después de estudiar en Madrid y trabajar en un hospital de Barcelona, regresó a la capital francesa a finales de la década de 1950, trabajó en varias publicaciones y fue brevemente asistente de Josephine Baker. Cuando Picasso murió en 1973, Maya asumió la responsabilidad de preservar e impulsar el legado de su padre, pues ella recordaba un episodio ocurrido al artista en la década de 1940 cuando algunas personas lo llamaron charlatán. Fue así como la hija del pintor, se aseguró de que esto nunca volviera a suceder, dijo, era su “misión”. Por ello, reunió y organizó todo el archivo de la obra de Picasso y se convirtió en la principal autentificadora de su trabajo, una tarea que realizó muchas veces hasta que perdió la vista a mediados de 2010.

Actualmente su hija Diana Widmaier-Picasso continúa con el negocio familiar y recientemente organizó una doble exposición en el Musée National de París. La primera exhibición explora la relación padre-hija a través de retratos, poemas, bocetos y objetos y la segunda presenta una selección de nueve obras inéditas de Picasso, donadas al Estado francés a finales de septiembre de 2021, entre ellas Niño con un maniquí sentado debajo de una silla; un cuadro simbólico, ya que probablemente representa a su hermana Maya de niña, pues Picasso adoraba a su hermana y cuando era niño el artista convertía objetos cotidianos en juguetes para ella. En la obra se ve a una niña escondida bajo los muebles, como un oscuro presagio del conflicto mundial.

Sin embargo, esta no fue la primera vez que la hija del pintor realizó una donación, ya que en 1979,  para pagar los onerosos gastos de sucesión, donó al gobierno francés 203 pinturas y 158 esculturas, además de unos 3 mil dibujos, manuscritos y otros objetos.

 Maya estaba de acuerdo con la decisión de su hija de continuar con su trabajo, dijo en una entrevista a principios de 2022: “Creo que lo que está haciendo Diana es el fruto de lo que comenzó con mi padre y Marie-Thérèse. Creo que la exposición es un intento exitoso de representar este espíritu sagrado que nos une a todos”.

Maya murió a los 87 años y durante la mayor parte de su vida se entregó por completo a preservar la enorme figura de su padre, que más allá de enfrentarse a la monumental carga de Picasso, Maya supo deslindarse de su sombra, tomando una pequeña distancia, tanto profesional como geográficamente, que con el tiempo le permitió sumergirse en la obra del artista y convertirse en la fuente de referencia por igual para dealers de arte, casas de subastas, coleccionistas e instituciones.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG

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