COLUMNA INVITADA

Cerrar ciclos

Todo es un ciclo, y muchas cosas pueden suceder dentro de éste. En el caso de una servidora, representa 111 columnas quincenales ininterrumpidas exponiendo puntos de vista acerca de nuestra realidad nacional. 

OPINIÓN

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Georgina Trujillo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La vida humana necesita ciclos. Nos sirven para ubicarnos en el tiempo. Le dan dirección a nuestra existencia. Es nuestra razón para medir los años y sus órbitas, las horas y sus minutos… los momentos y sus experiencias.

Todo es un ciclo, y muchas cosas pueden suceder dentro de éste. En el caso de una servidora, representa 111 columnas quincenales ininterrumpidas exponiendo puntos de vista acerca de nuestra realidad nacional. 

Una que nos tira cada vez más fuerte en sentidos contrarios a los mexicanos. Nuestra sociedad ahora está segmentada en tribus heterogéneas, las cuales, al mismo tiempo que tienen contacto permanente, también pierden la capacidad de verdaderamente comunicarse entre sí.

En la cultura posmoderna de la cancelación, vivimos en cajas de resonancia digitales. Una persona ya no conversa con todos, solo con quienes está de acuerdo: aquellos que pueden retroalimentar la misma realidad que la persona cree; y como se piensa que la realidad es relativa, entonces ya no queda sujeta a la Verdad, sino a la voluntad.

La Verdad ya no es una aspiración que se busca entre todos, sino un estandarte tribal que hay que comparar con el de otros. Hay que negarlo en otros hasta cancelarlos y pretender que así todos los demás dejen de existir. El terreno de los “otros datos” nunca había encontrado un campo más fértil: la división.

Y en la medida que nunca, en años anteriores, se había hablado tanto de derechos humanos, también crece la intolerancia y represión. Porque ya no es sólo el gobierno que censura, lo hacen todos. Lo hacemos unos con otros.

Censuramos las opiniones contrarias, nos cerramos a ellas, sólo porque tenemos el “derecho”. Se nos olvida que también existe la obligación de escuchar, tolerar y respetar, pero hacerlo de manera inquisitiva, con la voluntad de llegar a la síntesis de la verdad, no a la negación de ésta.

La principal arma de este gobierno es la división. Nos alimenta de etiquetas que adoptamos y de repente ya no somos mexicanos sino fifís y chairos, ricos y pobres, blancos y morenos. De pronto las tribus son más importantes que el bienestar general. Transitamos por un camino autodestructivo.

Hace unos días, una persona me preguntó que cómo era posible para mí auto controlarme y no discutir con un familiar cercano, debido a sus ideas izquierdistas. La respuesta es sencilla: comprender que eso es justo lo que pretenden quienes hoy ostentan el poder.

Se nos quieren colar en el tema de sobremesa. Nos alimentan de polémica todos los días, porque la dinámica divisoria no hace otra cosa más que validar su poder.

Pero no estoy dispuesta a que la política se convierta en una lucha de fé, porque no lo es. La política debe ser un vehículo para dialogar y encontrar respuestas prácticas a problemas prácticos de la vida cotidiana de una sociedad.

En estas fechas decembrinas, el mejor regalo que nos podemos dar como familia es uno en pos de la libertad. No darle a los poderosos lo que pretenden, no darles la división que buscan.

La tolerancia, la paz y la búsqueda del bien común se expresa en la vida, con el prójimo, no en la vitrina de las redes sociales. Cuando entendamos esa verdad, tal vez podremos ver con más claridad algunos fantasmas que aún nos atormentan y que ya es momento de vencer de una vez por todas.

No encuentro un mejor momento para despedir un espacio que me sirvió no sólo como plataforma, sino también como catarsis. Pero a medida que la historia avanza, es transformada por sus protagonistas y en el camino, también se transforma el narrador.

Cierro un ciclo y me extiendo a lo que viene, porque nunca dejamos de cambiar. La vida y sus mareas traerán consigo los próximos desafíos. Agradezco a El Heraldo de México por la oportunidad.

 POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ

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