COLUMNA INVITADA

La economía se debe sanar en beneficio de las personas

Incluso, esta medida de bajar o subir las tasas de interés como un indicativo de que la situación se esta agravando está a punto de ocurrir en nuestro vecino del norte

OPINIÓN

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Nuvia Mayorga Delgado / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Usualmente, los analistas económicos se centran en la macroeconomía, es decir, en los resultados globales de países en el aspecto financiero, de tal manera que esos índices reflejan la problemática económica o la bonanza que se vive al interior de una nación. Sin embargo, pocas veces la reflexión se puntualiza hacia el impacto que tiene en las personas de a pie, en las circunstancias de aquellos que, sumergidos en la pobreza, tienen que hacer frente a una problemática mayor sin una herramienta que les permita tomar decisiones mínimamente adecuadas o, simple y sencillamente, que les permita sobrevivir a ellos y a sus familias. Los índices de pobreza de una nación deberían decir mucho más de lo que anuncian las cantidades globales de las que dispone un país para hacer frente a su realidad.

Luego de los estragos de la pandemia no sólo en materia de salud, y que se ha tratado seriamente incluyendo la crisis en la que nos volvemos a sumergir ante el alza en la tasa de contagios, se comenzó a vislumbrar un panorama económico poco alentador que tenía como causa principal el que la industria y el sector de servicios tuvo que pararse casi en su totalidad con lo que ello implica: una falta de producción que no permite la circulación económica.

Pero la realidad es que vivimos en una tensa calma, ya que si bien de forma generalizada las personas sufren ante los altos índices inflacionarios, cada semana o cada mes vemos en los medios de comunicación noticias poco alentadoras pero sin ser catastróficas. Es decir, se nos informan de amenazas, de aumento en la inflación, de tasas de interés elevadas para evitar que la caída sea tan fuerte e, incluso, vemos como las economías como la mexicana se salvan por muy poco de entrar en un escenario de recesión.

Lo cierto es que este temor que nos orilla a no consumir tanto, a tratar de ahorrar lo más posible, propicia una tensión aún más grande a una economía como la de Latinoamérica que ha sido frenada por los discursos populistas que, junto con las decisiones tomadas, crean una burbuja que crece más y más con el miedo de los especialistas de que de un momento a otro se rompa.

Incluso, esta medida de bajar o subir las tasas de interés como un indicativo de que la situación se esta agravando está a punto de ocurrir en nuestro vecino del norte. Los Estados Unidos de América, a pesar de que habían mantenido e incluso bajado las tasas de interés aunque sea de forma marginal, pretenden en próximos días dar una subida con todo lo que ello implica para la industria.

Pero dejando eso de lado, la parte técnica, es momento de entrar en una reflexión profunda de lo que puede pasar en México y, de forma más concreta a las y los mexicanos. A pesar de las cifras alegres y de que no pasa nada en este país o, incluso, de un aumento inusitado del salario mínimo, millones de mexicanas y mexicanos sufren a diario una inflación rampante que los limita en lo más básico, mientras que la ayuda clientelar pasa frente a sus ojos sin poder ser candidatos de ese beneficio por no formar parte del grupo objetivo.

Es fundamental que las decisiones de ahora en adelante se tomen con perspectiva de mediano y largo plazo sin esperar que esas cifras crecientes de empleos generados oculten que esas oportunidades que se crean son sin condiciones dignas para las y los trabajadores del país. Si un país, a través de sus gobernantes se enfoca en lo global, en lo numérico y no en los seres humanos, tendremos un gobierno orgulloso de ocultar datos y un pueblo de México sumergido en el olvido y en la creación de más pobres cuando la promesa era otra.

POR NUVIA MAYORGA DELGADO
COLUMNISTA

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