Cómo estará el asunto que mi Jaguar de Macuspana se dio tiempo de la mañanera, el 9 de diciembre, para balconear a quienes cometían abusos y evasión en la Liga MX.
Fue Amir Ibrahim de profesión PERIODISTA, quien aseguró que hubo una “condonación de impuestos de 2 mil 600 millones de pesos durante los sexenios Peña y Calderón”.
Y sostuvo que se utilizaron recursos públicos en el negocio privado del futbol. Señaló cómo “los socios de los equipos de la Liga MX, en contubernio con las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol utilizaron contratos bajo el agua para evitar el pago de impuestos”. E hizo fuertes acusaciones de discriminación y extorsión en jóvenes futbolistas para ser alistados en primera división.
Ya con sus chiquillos, los padres tienen que caerle con su muerto a los entrenadores para que los metan a jugar desde fuerzas básicas. En una ocasión un joven futbolista me dio una declaración anónima durante un programa en Diálogos, explicando que “una madre desesperada tuvo que hacer el pago con cuerpomático para que el desgraciado entrenador lo alineara”.
Y muchos de los menores que no alcanzan a pagar estas cuotas, encima son acosados por aquellos que sí tienen el dinero para pagar la cuota dentro de los vestidores.
Secreto a voces. Un juego de futbol puede desencadenar una guerra en Centroamérica (Honduras-Salvador 1969). O persecuciones: en Argentina durante los grandes partidos se reunían los de izquierda y así mismo eran detenidos por los milicos y enviados a cárceles clandestinas ¡esos mismos activistas!
Y cuando se dio a conocer que la FIFA acostumbró, durante muchos años, el amañar sorteos para formar los grupos del Mundial. Corroborado por el expresidente de la FIFA, Joseph Blatter. Se usaba el sistema de las “bolas frías y bolas calientes”. Y no es albur, es una técnica para que las bolas de una tómbola moderna floten y suban más rápido si las precalientan o se queden en el fondo y salgan al final, si las dejan frías.
Así dejaban a los rivales “difíciles” lejos del equipo local y provocaban que equipos como México o Corea, tuvieran un camino más sencillo para avanzar un partido más. De hecho se exhibió que ésto mismo sucedió en México 86 y Corea-Japón 2002.
Y ya mejor ni hablamos cómo en México se aprovechaban hasta los resultados de futbol como cortina de humo para encasquetarnos algún bajón del peso frente al dólar, alguna privatización ferrocarrilera o hasta la disolución de Luz y Fuerza del Centro. Todo el mundo comiendo camote ante el 4-0 del partido México-Salvador en 2009. Mientras se abarataban al SME.
Y a poco no recuerdan que México albergó inesperadamente la Copa Confederaciones en 1999 (misma que a la postre acabó ganando), justo cuando en esa época, México venía de severas crisis políticas y económicas que derivaron en la llamada “alternancia política” con Fox, en el año 2000.
POR FERNANDA TAPIA
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