POLIEDRO

Todos a la Marcha

La marcha del domingo 13, es una manifestación libre y pacífica, para expresar la posición e inconformidad de los ciudadanos, ante la propuesta de reforma electoral que hoy se discute en el Cámara de diputados y que, todo indica, va a ser sometida a la consideración del pleno para ser votada en este

OPINIÓN

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Marco Adame / Poliedro / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El próximo domingo 13 de noviembre se realizará la Marcha en Defensa del INE, una convocatoria de la agrupación Unid@s que se ha hecho viral en redes sociales y que ha suscitado la respuesta de cientos de organizaciones sociales en la Ciudad de México y en más de 30 entidades del país, así como en distintas ciudades de la unión americana. 

El llamado a movilizarse va más allá de la consigna “El INE no se Toca” o “Yo defiendo al INE”, es una marcha ciudadana en defensa de la democracia; en esa lucha, la defensa del INE es fundamental para garantizar la legalidad e imparcialidad del árbitro electoral en las elecciones del 2024.

La respuesta del gobierno y de Morena no se ha hecho esperar, la catarata de adjetivos para descalificar a los ciudadanos que se han sumado a la marcha raya en la ofuscación y refleja la enorme preocupación del régimen ante una movilización que hoy cuenta con un amplio respaldo ciudadano, refleja la pluralidad de la sociedad y ha logrado la unidad en apoyo a una causa que nos representa a todos.

Las garantías individuales son derechos humanos inherentes a todo individuo por el simple hecho de haber nacido y son inalienables, es decir, no se pueden negar sin incurrir en la violación a las libertades y derechos fundamentales de la persona humana. Por si algo faltara, el derecho a la libre manifestación de las ideas y el derecho de reunión, están consagrados en los artículos 6o y 9o de la constitución. 

La marcha del domingo 13, es una manifestación libre y pacífica, para expresar la posición e inconformidad de los ciudadanos, ante la propuesta de reforma electoral que hoy se discute en el Cámara de diputados y que, todo indica, va a ser sometida a la consideración del pleno para ser votada en este periodo legislativo.

El jefe del estado mexicano y las autoridades están obligados a respetar, bajo juramento, lo que ordena la constitución y tienen la responsabilidad ineludible de garantizar el respeto a los derechos y garantías individuales. Bajo ninguna circunstancia pueden limitar, condicionar o descalificar a los ciudadanos que se manifiestan, evidenciando parcialidad, sin incurrir en delito y en la violación al principio de neutralidad democrática, que impide usar las prerrogativas de su cargo para conculcar leyes, derechos y sacar provecho político personal o de partido.

Declarar el respeto a los derechos ciudadanos y, al mismo tiempo, calificar de “hipócritas, deshonestos  y clasistas” a los que van a marchar; amenazar veladamente a los participantes con un llamado a la no agresión a los seguidores de un movimiento; y polarizar a la población ridiculizando con prejuicios la libertad religiosa y otros derechos de los manifestantes,  al señalar que “aunque vayan a misa los domingos, no le tienen amor al pueblo y son racistas…y que no son demócratas… y son los que han participado en los fraudes electorales” es una violación flagrante al derecho de reunión y de libre manifestación de las ideas y una expresión clara de la deriva autoritaria del gobierno.

Por lo anterior, en defensa de las libertades y de la democracia, todos a marchar el domingo y a participar, después de la marcha, en toda iniciativa legal y pacífica para preservar a nuestro país del autoritarismo y la tiranía. 

POR MARCO ADAME
ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO
@MARCOADAME

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