APUNTES DE GUERRA

¿Intermedio o caída de telón?

Partidos, candidatos y grupos formales e informales de apoyo habrán gastado casi 17 mil millones de dólares en el ciclo electoral

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Mientras usted lee estas líneas, los ciudadanos estadounidenses están llamados a las urnas para decidir el rumbo inmediato de su vida política: se definirán las mayorías en el Senado, la Cámara de Representantes, 36 gubernaturas y centenares, miles, de cargos locales.

Hay un número inusitado de candidaturas diversas, es decir de mujeres, minorías raciales, de la comunidad LGBTQ, pero eso, que hablaría de un importante avance en la aceptación social de las diferencias se ve opacado por los perfiles de los probables ganadores y su composición étnica y de género: muchos hombres, algunas mujeres, en su mayoría blancos.

Ahora hablemos un poco del poderoso caballero en esta contienda: Don Dinero.

Análisis de grupos especializados estiman que, en total, partidos, candidatos y grupos formales e informales de apoyo habrán gastado casi 17 mil millones de dólares en el ciclo electoral, de los cuales, casi 10 mil millones irían a gastos de comunicación y publicidad.

Tan sólo en una elección, la del Senado en Georgia, habrá costado arriba de 250 millones de dólares.  (Fuentes:  www.opensecrets.org y el New York Times).

La participación es otro factor: antes de la apertura de las urnas, unos 40 millones de estadounidenses ya habrán emitido su voto, merced a distintas regulaciones en distintos estados que permiten el voto anticipado.

En algunos estados este derecho está en peligro, pues hay iniciativas en la boleta que restringirían o limitarían el voto previo, ya sea por correo o presencial.

Y esto tiene un enorme impacto: los votantes Demócratas suelen votar antes y los Republicanos esperan al día de la votación, lo cual también refleja diferencias en su edad y escolaridad promedio. Adivinen ustedes, lectores, quien promueve las restricciones.

Las restricciones no se quedan ahí: en varios estados se consulta si el acceso al derecho más elemental en una democracia se facilita o dificulta, sobre todo en términos de la identificación requerida.

De nuevo, las restricciones son promovidas por candidatos republicanos, muchos de los cuales (más de 345, según Brookings) son “negacionistas”, que a la fecha no reconocen el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 y que aspiran a cargos estatales que les permitirían cambiar las reglas del juego para las de 2024.

En México y en buena parte del mundo se pone más atención en lo que sucederá en las dos Cámaras federales, en las que se pronostican reveses para los demócratas que dejarían al presidente Biden sin mayorías legislativas para la segunda mitad de su mandato, condenándole a navegar de muertito.

Pero lo que suceda en las estatales es tanto o más relevante para el futuro de la democracia no sólo en Estados Unidos, sino más allá de sus fronteras.

Como nunca antes, la democracia está en la boleta.

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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