En política no aplica el refrán “no por mucho madrugar, amanece más temprano”, de hecho, los proyectos políticos más sólidos son los que se construyen a través de la dedicación y el tiempo, creando las circunstancias necesarias para lograr sus objetivos. En ocasiones la suerte juega un papel determinante, pero casi siempre la previsión es el elemento indispensable para lograr ser candidato.
Si hay alguien que conoce los tiempos de la política mexicana, es el presidente, por eso su decisión de abrir el proceso de Morena con tanta anticipación, echó a correr a sus candidatos hace más de un año y, hoy, la ventaja le favorece. En su momento, muchos pensaron que era una decisión equivocada, pero el tiempo le dio la razón, los precandidatos del partido oficial son los mejor posicionados ante la opinión pública.
La oposición tardó en darse cuenta de que estaban llegando tarde a la fiesta, pero parece que al fin están dispuestos a dar el siguiente paso; que los suspirantes hablen abiertamente de sus aspiraciones. Por eso es tiempo de destapes, pues aunque faltan casi dos años para la próxima elección, ya se les estaba pasando el tiempo de levantar la mano para poder convertirse en los ungidos.
En los últimos dos meses los destapes se han intensificado, en el PRI varios han manifestado sus intenciones, ya tienen a los tiradores suficientes, mientras que en MC, parecen estar esperando las definiciones de algunos morenistas, su estrategia de sumar a los desencantados les ha funcionado, a diferencia del PRI, dependiendo del candidato que elijan, ellos si pueden llegar a ser competitivos.
Mientras que en el PAN, en la última semana, la panista Lili Téllez se “destapó oficialmente” para la presidencia en una entrevista con Loret de Mola, aunque ya había expresado con anterioridad sus aspiraciones, fue un poco más clara en sus intenciones . Ahora falta saber si la senadora es la única carta panista para el 2024, si existe algún otro personaje que quiera disputar a morena la presidencia, ya llegó el tiempo de conocerlo.
Es ahora o nunca, si los precandidatos opositores no logran avanzar ante la opinión pública durante los siguientes meses, será muy difícil competirle a Morena con alguna posibilidad de triunfo. Están en desventaja, no cuentan con los recursos ni con el aparato del estado, además de que sus contrincantes les llevan varios meses de adelanto en la construcción de las candidaturas.
Seguramente la oposición se presentará dividida en tres candidaturas; el PRI y MC, competirán solos, mientras que el PAN y el PRD formarán una candidatura común. Es muy difícil pensar en un escenario distinto; los partidos políticos ya han dejado claras sus posiciones y no cambiarán de opinión. En este escenario, sus posibilidades de triunfo se reducen aún más, pues no hay ninguna duda de que Morena y sus aliados estarán juntos en la boleta.
Los próximos meses, antes de terminar el año, son la última oportunidad para quien pretenda ser candidato a la presidencia, si lo hacen después, su participación no será relevante, no tendrán el tiempo suficiente para posicionar su proyecto político, ni para construir las redes de apoyo necesarias. Es la última llamada en este tiempo de destapes. El refrán que sí aplica en política, es aquel que reza: “al que madruga, Dios lo ayuda”.
POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR
MBL