UN MONTÓN DE PLATA

Economía de la verificación

Surge de un bien escaso: la confianza. En el pasado, este atributo era validado a través de instituciones, primero la familia, luego el Estado y organizaciones

OPINIÓN

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Carlos Mota / Un Montón de Plata / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ha nacido una nueva disciplina económica: la economía de la verificación. El empresario Elon Musk la está inaugurando al lanzar el debate global de que su empresa Twitter cobrará Dlls. $8 por cada verificación de usuario, inicialmente en países anglosajones y después en todo el mundo, con una cuota que será ajustada por paridad de poder de compra. 

La economía de la verificación surge de un bien escaso: la confianza. En el pasado, este atributo era validado a través de instituciones, primero la familia, luego el Estado y las organizaciones institucionales. 

Pero en el mundo digital, que permite una multiplicidad de personalidades y que no tiene castigos para la suplantación de identidades ni para el anonimato, la verificación de las personas se volvió una validación deseada por millones. La razón es que estos distintivos digitales de verificación (la típica “palomita azul”) devuelven la confianza de que quien postea algo en una red social es quien dice ser. 

Pero ahora ese sistema de verificación está tomando forma como nuevo conjunto de elementos que habrá que entender. Estamos ante el nacimiento de todo un océano, una industria completa de la verificación de la confianza. En México, por ejemplo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está obligando a las empresas a verificar el cumplimiento de la legalidad en sus proveedores, de tal manera que una farmacéutica, una cementera o una cadena de hoteles es quien debe verificar que sus proveedores cumplen con sus obligaciones ante el IMSS o el Infonavit.  

La economía de la verificación ya está aquí. La Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores han orillado a los bancos en México a verificar el origen de los recursos que se depositan: ahora los bancos piden datos biométricos de sus clientes, por ejemplo, para generar rastreabilidad de los dólares que son depositas en cuentas. 

Y así tenemos una larga lista: los notarios públicos también son instrumentos de verificación (siempre lo fueron, pero ahora su responsabilidad se ha incrementado): deben rechazar la compra de una casa con billetes (aunque sean legales y emitidos por Banxico), y hacen firmar documentos de que se cumple con las leyes antilavado. 

En esta economía de la verificación —ahora detonada como reflexión global por Musk—, hay grandes preguntas: ¿Quién debe pagar por la verificación, el que quiere ser verificado o el que verifica?; ¿cada cuándo debe correrse el proceso de verificación?; ¿cuáles son los criterios para verificar a alguien, por ejemplo, en una red social como Twitter?; ¿es lo mismo verificación que suscripción?  

Hace mucho tiempo que un personaje no político cimbraba a todo el mundo como lo está haciendo Musk. Quizá el anterior fue Juan Pablo II, líder religioso. El mundo está cambiando. Verificado.

POR CARLOS MOTA
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