Perdiéndose entre tantos distractores, esta semana nos llegó la noticia de la violencia del crimen organizado en Ecuador. Los hechos violentos conciernen porque bandas aliadas al Cártel Jalisco Nueva Generación y al Cártel de Sinaloa son las responsables de hechos. Y vaya que dejaron su sello.
Hubo trece atentados con coches bomba en Guyaquil y Esmeraldas que dejaron cinco policías muertos y la declaratoria de estado de excepción para esas dos provincias. Una medida que durará hasta mediados de diciembre y que afecta a toda la población de esas regiones.
El caso de Ecuador es sintomático, ante el descontrol que tiene el gobierno mexicano para erradicar a las células criminales, están aprovechando la coyuntura para expandir su mercado y tener el control de zonas estratégicas. Para ponerlo en contexto, México tiene 2 mil 446 municipios y en por lo menos mil 58, hay uno o varios grupos del crimen organizado. Ecuador ha sido denominado por InSight Crime, fundación dedicada al estudio de la principal amenaza a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe, la "autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa".
Las bandas criminales asociadas a los mexicanos son Los Choneros, que funcionan como el brazo operativo para el tráfico de cocaína de los de Sinaloa, y los otros han sido identificados por las autoridades como Los Lobos, Tiguerones, Chone Killers y Latin Kings, que ejecutan operaciones de logística para los de Jalisco. Estos últimos han sido los más viscerales a la hora de responder a las acciones gubernamentales, amenazando con usar “todo su poder logístico” (armamento, drones con explosivos, lanzacohetes, granadas, fusiles, rifles de francotirador) para matar a policías y civiles.
Presumen que entre sus filas tienen a 21 mil “hermanitos”. Tema grave, ya que algunos analistas consideran que los integrantes de los grupos delictivos superan por mucho a los 30 mil efectivos del ejército ecuatoriano. Y muchos de ellos, presos, ahora controlan las cárceles del país.
Las fuerzas de seguridad locales ya hablan de la “mexicanización de Ecuador”, un fenómeno que les preocupa al ver que aquí las acciones contra las dos grandes organizaciones criminales son mínimas, por lo que peleará a muerte por no perder su negocio.
Parece ser que el verdadero legado de México para la región latinoamericana no será el de un proyecto unificador de izquierda, sino el del crecimiento exponencial de cárteles mexicanos que están mostrando los mismos métodos que mantiene a nuestro país en vilo. Muchos celebraron la elección de Lula Da Silva en Brasil, porque “nunca tantos latinoamericanos habían sido gobernados al mismo tiempo por la izquierda”. Una “izquierda” que llegó al poder por mandato de las urnas. Ya tienen frente a sí un reto primordial que enfrentar.
CONTRASEÑA: Viene la gran batalla por la Reforma Electoral. Alcaldes y diputados locales de oposición saldrán a las calles, para en la plaza intentar ganar cuando menos la conversación, hoy monopolizada por el ejecutivo.
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@CARLOSZUP
MAAZ