COLUMNA INVITADA

El ejemplo español para México

La economía española ha estado viviendo el periodo de crecimiento económico más prolongado, estable e intenso de su historia

OPINIÓN

·
Luis David Fernández Araya / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

España ha conseguido en treinta años transformarse política, social y económicamente. Ha logrado ser un país avanzado y superar décadas de aislamiento y retraso. Hoy es un país moderno, se ha convertido en modelo de transición política a la democracia para muchos países de América Latina y del antiguo bloque del Este.

España se ha situado a la cabeza de Europa en gobiernos paritarios, detrás de Finlandia. España se ha convertido en un país de acogida, después de que durante décadas los españoles emigraran en busca de trabajo y mejores condiciones de vida en el exterior.

El desarrollo económico ha atraído a más de cinco millones de extranjeros para trabajar en los cuatro millones de puestos de trabajo que se han creado en los últimos años. Igualmente ha sabido crear empresas y marcas multinacionales que, gracias a su capacidad de innovación, se han posicionado y revolucionado sus respectivos sectores. Todos estos cambios, España los ha hecho en pocos años.

Ahora le está pasando factura una crisis interna que se superpone a la crisis mundial. Esto prueba la mayor sincronización de la actual economía española con los ciclos internacionales. Son fortalezas y debilidades que España tendrá que contemplar para superar la crisis y salir fortalecida. Hasta la crisis de finales 2018 y principios 2019, la economía española ha estado viviendo el período de crecimiento económico más prolongado, estable e intenso de su historia contemporánea.

Este crecimiento ha hecho posibles avances importantes en la renta per cápita hasta el extremo de superar a alguno de los países de su entorno y aproximarse a otros, este crecimiento económico ha sido estable y prolongado y en su seno han confluido factores externos e internos. Los primeros emanan del proceso de globalización o mundialización económica y han contribuido a instaurar un nuevo régimen macroeconómico en España. Asimismo, algunos elementos de la globalización han tenido una relevancia inmediata sobre la economía española, la mundialización ha alterado la inserción internacional de España y ha influido en las bases materiales de la economía nacional, especialmente en el comportamiento demográfico. La inmigración y el crecimiento natural de la población son, como se verá, factores fundamentales del crecimiento económico español reciente. Los aumentos de la actividad, de la ocupación y de la demanda impulsaron una fuerte expansión del negocio inmobiliario.

Además, el auge inmobiliario simboliza la expansión de la producción y de la ocupación de las actividades no comercializables en contra de las manufacturas. De este modo, el auge de la demanda interna, acompañada de la caída de la producción interna de bienes comercializables, ha ocasionado un incremento de las importaciones y del déficit comercial, la agudización de la restricción externa al crecimiento y el surgimiento de estrangulaciones internas en la actividad económica (principalmente, en la construcción), junto con la crisis financiera y económica internacional, provocaron el cambio de ciclo y propiciaron la primera crisis económica española del siglo XXI.

La economía española ha salido oficialmente de la recesión más larga de la democracia tras dos años en terreno negativo, el producto interior bruto (PIB) creció un 0,1% en el tercer trimestre, según confirmó este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), gracias principalmente al repunte del consumo de los hogares, que registró su primer avance desde comienzos de 2021.

Ahora falta por ver, dicen los expertos, si la economía es capaz de crecer al ritmo necesario para cumplir el objetivo de déficit público y, sobre todo, crear empleo. El elemento clave de esta incipiente recuperación es el consumo de las familias. El gasto de los hogares, que en épocas de bonanza ha sido uno de los grandes pilares del crecimiento, mejoró un 0,4% en el tercer trimestre respecto al anterior, según los datos de contabilidad nacional.

No solo crece el gasto de los hogares, sino también la inversión de las empresas. La combinación de los dos factores se traduce en un impulso de las importaciones, que se comportan mejor que las exportaciones, las ventas al exterior crecen en un 2,2% y las compras un 2,8%. Durante la crisis, el sector exterior ha sido el motor que ha sostenido la economía, que impedía que cayera aún más.

La inesperada recuperación del consumo se produce a pesar de que las rentas siguen cayendo, con el fin de la recesión más larga en décadas deja tras de sí 3,7 millones de empleos perdidos, una gigantesca deuda pública y privada y un 7,5% menos de actividad económica, la crisis se ha traducido en una considerable pérdida de poder adquisitivo, en especial de la clase media.

POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ ARAYA
ECONOMISTA
@LUISDAVIDFER

MBL