Corría el 7 de noviembre de 2019, cuando en medio de una accidentada reunión en el Senado de la República, Rosario Piedra Ibarra rindió protesta como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2019-2024. Esto se dio luego de una accidentada sesión en la Cámara alta donde hubo de todo: jaloneos, descalificaciones y hasta alegatos de fraude.
A días de cumplirse tres años de este hecho, la pregunta que debe hacerse es si habrá valido la pena todo el esfuerzo que desplegó la bancada de Morena para que llegara la señora Piedra a la CNDH. Quien presentó una de las cinco mociones para reponer el proceso aquel turbulento día, fue el senador Ricardo Monreal, bajo el argumento de que en medio de tanta zarandeada era indispensable mantener a la Cámara de Senadores como una instancia sólida y seria para asegurar que los nombramientos emitidos por dicha instancia legislativa “doten de la más alta legitimidad a los órganos a los que se refiere”.
Destacó que las senadoras y senadores de su bancada eran libres para votar de la forma que consideraran necesario. “En Morena no queremos que haya dudas, suspicacias, ni raja política perversa”, sentenció Monreal. En cuanto Rosario Piedra llegó a la CNDH, no ha pasado nada y la situación de los Derechos Humanos en México va en picada.
De acuerdo a Amnistía Internacional, la grave crisis en este rubro que se vive en México desde hace más de una década, continuó en 2020 con todo y pandemia; persistió durante 2021 y no se ha frenado en el presente año, en temas como violencia de género, migración, seguridad, salud y agresiones contra activistas y defensores y sobre los cuales, la CNDH no se ha pronunciado para guardar un silencio casi sepulcral.
Y razones tendría Piedra Ibarra para hacer su trabajo, en un país en el que se asesinan 10 mujeres al día y en 2019 fueron asesinados 24 defensores de derechos humanos, y hay estimaciones que reportan que en México existe un promedio de 77 mil personas desaparecidas.
Por eso, llama la atención que de buenas a primeras, la titular de dicha Comisión, haya arremetido en contra del INE para apoyar la Reforma Electoral propuesta por Palacio Nacional y que la bancada de Morena en la Cámara de Diputados hace esfuerzos denodados para que se apruebe “sin quitarle ni una coma” y encima, puso en evidencia que tiene total desconocimiento de las leyes, especialmente de la que le impide a Rosario Piedra en su calidad de presidenta de dicha Comisión, pronunciarse sobre temas políticos por eso, siete de 10 miembros del Consejo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos rechazó su pronunciamiento contra el INE, y el senador Ricardo Monreal le recomendó avocarse a trabajar en lo que compete a su cargo, que tiene muy abandonado.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
COLABORADORA
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MAAZ