Desde principios del siglo XX se habla del humanismo mexicano. Por ejemplo el escritor Gabriel Méndez Plancarte, en su libro “Humanistas del siglo XVI”, editado en 1946 por la Universidad Nacional Autónoma de México, ya lo analizaba y comentaba “de los fundadores del humanismo mexicano, de aquellos egregios varones que, con su vida o con su enseñanza, sembraron entre nosotros esa fértil semilla, destinada a convertirse en rama frondosa del árbol de nuestra cultura”.
Otros ejemplos son los libros “Historia del humanismo mexicano: sus textos y contextos neolatinos en cinco siglos", escrito por Tarcisio Herrera Zapien editado por Porrúa o el libro “Herencias del humanismo en la filosofía mexicana” de la UAM.
Con estos ejemplos se demuestra el profundo análisis y comprensión del presidente AMLO de la historia de México, así como del tiempo que nuestro país está viviendo en el contexto internacional y nacional. Da sentido el actuar de su gobierno, con sus decisiones, y subraya su eje principal: ¡el ser humano!
El humanismo fue un movimiento filosófico y cultural que surgió en Europa durante el siglo XIV. Se inspiró en la filosofía y en la cultura grecorromana, dio prioridad a la razón sobre la fe y se interesó por el concepto del hombre como centro del universo.
El humanismo es una filosofía de la vida democrática y ética, que afirma que los seres humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias vidas.
Es muy importante lo logrado por este gobierno federal al regresar la ideología y la filosofía al debate nacional a favor o en contra, era muy desafortunado lo que habían hecho anteriores gobiernos que quisieron eliminar, por ejemplo, la ética o el análisis profundo de las decisiones de gobierno para aislar al pueblo de ellas.
Twitter político:
Felicito el concepto “humanismo mexicano” e invito a investigar sobre él para comprenderlo y valorarlo. Ahora sí se ve un claro rumbo de un gobierno, esperamos que otros sigan el ejemplo, sobre todo en las áreas de educación y de cultura, así como de la investigación en las ciencias políticas.
*Ponerle nombre a una calle, parque, avenida, paseo tiene una alta responsabilidad y requiere de investigación, no debe ser solo una idea u ocurrencia, debe ser con certeza. Propongo debatir y socializar el nombre Paseo esmeralda que se pretende poner a la calzada Guadalupe / Avenida Juárez, en la capital potosina.
Desde San Luis de la Patria
POR ARQ. JUAN CARLOS MACHINENA MORALES
JCMACHINENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JCMACHINENA
MBL