COLUMNA INVITADA

El 2024 con nuestros vecinos

Es inobjetable el papel que juegan las percepciones y las expectativas en la política, en cualquier país del mundo

OPINIÓN

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Jesús Ángel Duarte / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Es inobjetable el papel que juegan las percepciones y las expectativas en la política, en cualquier país del mundo. Y es que, si bien es cierto que en las recién pasadas elecciones intermedias estadounidenses –estrictamente hablando–, se puede apreciar un avance de los republicanos, al haber retomado el control de la Cámara de Representantes, lo cierto es que la imagen que trascendió es la impresión de un buen resultado para los demócratas.

¿Por qué? Simple, porque ante el panorama económico de los estragos post-pandemia, el fenómeno de la inflación, y los antecedentes sobre el desempeño del partido gobernante en las intermedias en el país vecino, lo que se esperaba era una auténtica “ola roja” con una clara dominancia del Partido Republicano, y no fue así; dicho de otra manera, el sólo hecho de haberse defendido en las urnas, y de tener un resultado sumamente balanceado entre las dos partes, le ha dado la oportunidad a Biden y su partido para mostrarse airosos y retomar nuevos bríos para proyectarse con buenas perspectivas de éxito de cara hacia la elección presidencial del 2024.

La realidad sociopolítica en esta nación sigue obstinadamente dividida en dos mitades casi iguales, en prácticamente todo: la Cámara, el Senado, las gubernaturas, las posturas poblacionales sobre temas más controversiales, y por ende, en términos de los niveles de aprobación hacia las figuras principales de ambos bandos.

Aún perdiendo, Biden ganó, porque perdió por muy poco, porque los demócratas compitieron de tú a tú con los republicanos. De hecho, le ha ido mejor al actual presidente en estas elecciones que como le fue a Obama en su caso; e incluso, haciendo un breve recuento de la historia política contemporánea, los demócratas pueden vender que su presidente ha perdido la menor proporción de asientos en la Cámara de Representantes que cualquier presidente surgido de su partido en los últimos 40 años, al igual que el
mejor balance de las elecciones intermedias para gobernadores desde el año 1986.

Si las elecciones presidenciales fueran hoy, y volviesen a competir Biden vs. Trump, por un estrecho margen pero volvería a triunfar Biden sobre Trump, a pesar del desgaste natural que produce el ejercicio del poder, y en condiciones además tan adversas. No obstante, aún falta mucho tiempo para la elección, y evidentemente, cualquier cosa puede pasar. En todas las encuestas recientes en EU, los niveles de desaprobación presidencial superan ampliamente los de aprobación; y el Presidente Biden está por cumplir 80 años.

Y aunque la marca Trump no pasa tampoco por el mejor momento, empiezan a asomarse nuevos perfiles con características interesantes que podrían meterse en la pelea. De manera destacada: el gobernador de Florida, de 44 años, y que logró ser refrendado para su segundo mandato, Ron DeSantis. El destino político de la nación más poderosa del orbe está completamente abierto. Por el momento, nada para nadie.

POR JESÚS ÁNGEL DUARTE

COLABORADOR

@DUARTE_TELLEZ

MAAZ