DESDE AFUERA

Lula da Silva, Brasil y América Latina

Ese país siempre ha estado entre la introspección y la necesidad de asegurar su entorno geopolítico. Su frontera colinda con 10 naciones

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La llegada de Luiz Inácio Lula da Silva al poder en Brasil despierta el entusiasmo de muchos latinoamericanos que lo ven, como dijo el presidente de Argentina, Alberto Fernández, como el líder que espera la izquierda de América Latina.

Y sin duda, el prestigio de Lula es suficiente, más allá de los problemas internos que pudiera enfrentar, fruto de una oposición de derecha por el presidente saliente, Jair Bolsonaro, y sus reclamos de fraude electoral.

La idea del peso específico de Brasil involucrado en impulsar proyectos de izquierda democrática tiene un enorme atractivo.

Pero en el actual momento del mundo, y la competencia geopolítica entre grupos de naciones, bien valdría la pena preguntarse cuál va a ser su papel.

Como todo país grande, Brasil siempre ha estado entre la introspección y la necesidad de asegurar su entorno geopolítico. Tiene frontera con 10 naciones y, ciertamente, un interés real sobre lo que suceda en cada uno de ellos.

Y por eso no es extraño que la política exterior brasileña se haya enfocado en tratar de bloquear la influencia de otras potencias en la región.

Brasil es parte del Mercosur, formado además por Argentina, Paraguay y Uruguay, que se ha decantado en favor de una economía brasileña dominante por su tamaño. 

Hace una década, promovió la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con la idea de convertirlo en un foro de integración regional alternativo a la Organización de Estados Americanos (OEA).

La Celac fue en su momento apoyada por el entonces presidente de México, Felipe Calderón. El entusiasmo por el grupo, sin embargo, pareció decaer un poco hasta 2019, cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, auspiciado por el canciller Marcelo Ebrard y su subsecretario para América Latina, Maximiliano Reyes, promovió su revitalización y ocupó la Presidencia en el periodo 2020-21.

La idea, con apoyo del influyente Grupo de Puebla –del que Lula da Silva y Reyes son miembros–, halló campo fértil en Argentina y el gobierno de Alberto Fernández tomó la bandera en 2022, al final del la Presidencia temporal de México.

Brasil tiene ambiciones de potencia mundial, justificadas por su tamaño y una economía pujante, y lucha ya hace años por la reforma de las Naciones Unidas donde, por supuesto, aspira a obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad a nombre de América Latina.

En ese marco, es parte del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y tiene una importante relación con el gigante asiático,  ahora en su principal socio comercial e inversionista; en 2021, el comercio bilateral fue de 68 mil millones de dólares, con superávit para Brasil, que recibió inversiones de más de 300 empresas chinas.

El apoyo de EU a la elección del economista brasileño Ilan Goldfajn a la presidencia del BID fue vista como una señal de acercamiento al entrante gobierno de Lula da Silva.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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