Uno de los presidenciables, Ricardo Monreal, presentó el pasado fin de semana en la Arena México su “Plan de Reconciliación”. El aún morenista dejó claras sus intenciones de llegar a la presidencia en 2024 y continuar con el legado del presidente López Obrador; entre sus seguidores afirmó que sería a la buena, de manera limpia y honesta.
Pocos le creyeron en el ámbito político pues muchos consideran que tiene sus días contados en la 4T, esto acentuado por los desencuentros con Claudia Sheinbaum y su poca cercanía con AMLO.
Nada es casualidad, y las señales apuntan a que se integrará a Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado. Este partido podría inclinar diferentes elecciones a favor de cierto candidato, como ocurre en el Estado de México, siempre y cuando se sumen a la candidatura de Alejandra del Moral.
Los puntos que aporta MC, pocos en la mayoría de los casos, en cualquier escenario podrían ser decisivos para el triunfo aliancista. Por lo mismo, nadie duda que el futuro del zacatecano pinte naranja por la excelente relación que tiene con Delgado Rannauro, viejo lobo de mar en elecciones, quien ostenta dos de las gobernaturas más deseadas: Nuevo León, con Samuel García, y Jalisco, con Enrique Alfaro, entidades que arrastran problemas de gobernabilidad.
Este crecimiento y moda que genera MC entre la población podría detonar que Monreal se erija como su candidato presidencial para 2024, y aunque el desprestigio que arrastra el legislador, cortesía del “Martes del Jaguar” de la gobernadora Layda Sansores, lo mantiene fuera de los punteros, la realidad es que cuenta con las credenciales, dinero, estructura y apoyos a lo largo del país para dar la pelea en caso de que la Jefa de Gobierno de la CDMX sea la candidata morenista.
Aunque hay señales de que Sheinbaum arrasaría, nadie duda de la capacidad de MC - Monreal para enamorar a los jóvenes del país, aunque les falta estructura a nivel nacional. Además, manejan una comunicación política fresca a nivel central, y a pesar del caos de inseguridad que tienen en Jalisco, deben transitar nuevamente a su política fundacional pro alianzas si quieren conservar la credibilidad de ser LA OTRA OPCIÓN para el electorado contra el oficialismo y no seguir la estrategia dictada desde Palacio Nacional: Divide y Vencerás, la cual inhibe a este partido de las alianzas electorales.
Si lo que tanto defiende Dante sobre que su partido no juega a ser oposición, debería entonces aceptar la coalición en el Edomex, además del “bombazo” que sería integrar a Ricardo Monreal como el líder que falta para consolidar un partido con identidad nacional para 2024.
Hoy tienen la oportunidad de confrontar a Morena en las locales de 2023 y la presidencial de 2024, aunque la pregunta es si podrán darse cuenta del potencial electoral que disponen entre una población que ya no cree en los partidos de siempre. Si Monreal, Dante y MC juegan del lado de Morena y simulan ser oposición, toda la campaña de “reconciliación” será en corto tiempo, la lápida para todos los involucrados.
POR LAURA PUENTE
CONSULTORA EN ESTRATEGIA E IMAGEN POLÍTICA
@PUENTEELAURA
MBL