ANÁLISIS

El momento macroeconómico de la Cámara de Diputados (II)

Los opositores de AMLO suelen detenerse en la crítica al dispendio que, según se dice, supone el gasto social

OPINIÓN

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Ismael Carvallo Robledo / Análisis / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si nos atenemos a los porcentajes asignados en el proyecto presupuestal del gobierno federal para 2023, observamos que las cinco prioridades fundamentales son seguridad social (30.2%), fortalecimiento energético (19.6%), educación, cultura y deporte (16.4%), trabajo y bienestar (7%) y comunicaciones, transporte e infraestructura (6.7%), lo que nos permite constatar la importancia que se le da a dos áreas fundamentales de la economía nacional en su conjunto: la de gasto social (seguridad social; educación, cultura y deporte; trabajo) y la de la potenciación productiva del estado (fortalecimiento energético; comunicaciones, transporte e infraestructura).

Claramente, el gobierno de López Obrador está concentrando los esfuerzos presupuestales en el fortalecimiento geopolítico del estado mexicano, que es lo que tiene que ver con los proyectos energéticos e infraestructurales, lo que supone un incremento de la capacidad de control del gobierno nacional de procesos productivos de alta especialización y de alto nivel de inversión pública, de los que a su vez se derivan dinámicas virtuosas de industrialización según el esquema clásico de desarrollo de una economía política, y cuyos resultados solo se verán en las próximas administraciones.

Los opositores de AMLO suelen detenerse en la crítica al dispendio que, según se dice, supone el gasto social (becas y apoyos sectorizados), que se desprecian como mecanismos viciosos de generación de holgazanería social, pero lo que no se ve es que, paralelamente a tal política social, la mayor parte del presupuesto está destinándose a la edificación y consolidación de la potencia productiva del estado mexicano en rubros de alto impacto geopolítico (petróleo, gas, electricidad), para la crítica de lo cual, a su vez, se sirven los opositores del argumento ideológico ambientalista de las “energías limpias”, que es la coartada perfecta para que los estados nacionales se mantengan en la marginalidad productiva, en el subdesarrollo y en la dependencia de las grandes multinacionales y las grandes potencias de la energía y de la economía global, para la proliferación de la cual ideología se reclutan a legiones de jóvenes progresistas bienintencionados preocupados por el medio ambiente, la vida de los insectos, los pájaros, las flores, los pequeños huertos urbanos y los límites al desarrollo (cuando lo que México requiere es desarrollo acelerado), mientras las Iberdrola, las BP o las General Electric se reparten los recursos, la energía y el poder real y efectivo del mundo entero junto con Putin, la oligarquía norteamericana y su complejo militar-industrial y el Partido Comunista de China.    

Es dato interesantísimo el hecho de que todos los presupuestos de la 4T han salido sin el consenso de la oposición, cosa que no ocurría antes, ¿saben por qué?: porque antes era práctica común el reparto de dinero “para llegar a acuerdos” alrededor del presupuesto, y hoy no se reparte un solo peso para la obtención de voto alguno.

POR ISMAEL CARVALLO ROBLEDO
DIRECTOR GENERAL DEL ESPACIO CULTURAL SAN LÁZARO DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@IsmaelCarvalloR / www.laclandestinavirtud.org

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