ARTICULISTA

El arte público en Qatar

Desde hace varios años el país buscó convertirse en un centro importante en el ámbito de las artes y la cultura, en Medio Oriente

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En 1903 el historiador y diplomático británico John Gordon Lorimer fue enviado por el Imperio para descifrar el censo de Doha. Su exploración en la colonia arrojó un padrón preciso: 12,000 personas, 800 camellos y 150 caballos habitaban una tierra baldía. Medio siglo después de la labor de Lorimer, el hallazgo de petróleo y gas desterró la búsqueda de perlas, hasta entonces la principal actividad económica de Qatar.

Además de la realización de los estadios y las estructuras necesarias para alojar la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, desde hace varios años el país ha puesto en marcha un programa de desarrollo cultural intensivo para convertirse en un centro importante en el ámbito de las artes y la cultura de todo Medio Oriente. Con este fin, museos, instituciones y sitios del patrimonio cultural catarí han sido reunidos y coordinados por Qatar Museums (QM).

A diferencia de su histórico rival, Emiratos Árabes Unidos, la estrategia qatarí no persigue establecer franquicias locales del Louvre o el Guggenheim, sino apostar por el arte y la cultura para perfilar un país en el que grandes obras y propuestas, como el arte público, toman las calles invitando a la reflexión.

“El arte público es una de nuestras más destacadas manifestaciones de intercambio cultural, ya que presentamos obras de artistas de todas nacionalidades y antecedentes”, señaló la jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, presidenta de Qatar Museums (QM) , al anunciar que  para este encuentro global se sumaron cuarenta piezas de arte público a unas setenta ya exhibidas. “Varían en tamaño y forma –agregó–, y abarcan una amplia gama de temas, pero todas llevan más lejos nuestra misión de hacer el arte más accesible, involucrar al público, celebrar nuestra herencia y abrazar las culturas de otros”.

Las nuevas piezas abarcan instalaciones de diferentes dimensiones, formas y materiales, encargadas artistas internacionales, regionales y locales, entre ellos Olafur Eliasson Katharina Fritsch,  Ernesto Neto, Ugo Rondinone, KAWS, Rashid Johnson, Yayoi Kusama, Shezad Dawood, entre otros. Las obras se distribuyen en los distintos barrios de la capital y otras partes del país, desde el Aeropuerto Internacional Hamad hasta los estadios donde se jugarán los partidos del Campeonato Mundial, pasando por el desierto hasta el Souq Waqif de Doha, los parques, las áreas comerciales e instalaciones educativas.

Mientras que en el conjunto de piezas ya instaladas, se encuentran obras como las Dos orquídeas de la artista alemana Isa Genzken en el jardín del Teatro Nacional de Doha; la inmensa East-West/West-East que se levanta en Zekreet, el desierto de Qatar y obra del artista minimalista Richard Serra; la enigmática araña Maman de la artista francesa Louis Bourgeois, los fetos gigantes creados por Damien Hirst para un hospital de Doha y un mamífero marino que habita la península local, recreado por Jeff Koons en el característico acero inoxidable pulido de sus esculturas. 

Con esta iniciativa, Qatar se transforma en un gran museo de arte al aire libre para contribuir a difundir una idea de arte no dentro de las galerías y los museos, sino en el ámbito cotidiano, para llegar a un público global que de otro modo sería difícil de alcanzar, y que una vez finalizada la Copa del Mundo, serán parte permanente del tejido urbano de Qatar. 

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG

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