COLUMNA INVITADA

20 aeropuertos

*Nunca debe olvidarse ese legado funesto del Fobaproa, una herencia perversa que dejó el antiguo régimen

OPINIÓN

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Jesús Ángel Duarte / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Para evitar sufrir de amnesia colectiva, vale la pena recordar un tema del que poco se habla, por haberse generado hace 27 años durante la última etapa del priato, pero que nos sigue costando y mucho a la sociedad: el Fobaproa/IPAB, una herencia perversa que dejó el antiguo régimen a cuatro generaciones completas de mexicanos, que continúa afectando las arcas públicas como producto de los abusos del pasado.

Lo que eufemísticamente se llamó “Fondo Bancario de Protección al Ahorro”, pero que en realidad no fue otra cosa más que la conversión de la deuda de unos cuantos privados coludidos, en deuda pública o de todos, fue creada durante la administración de Salinas, activada y consumada en el sexenio de Zedillo, y legalizada formalmente por legisladores del PRI y el PAN entre 1998 y 1999.

Este robo nauseabundo ha sido un pesado lastre que todos los mexicanos que nacimos entre los años 1980 e inicios del segundo milenio, estaremos pagando durante la totalidad de nuestra vida laboral, ya que se estima pueda ser saldado hasta el 2070. Cuando el gobierno de Zedillo determinó comprar, adquirir o absorber la deuda de los bancos y pseudo empresarios, en 1999, nos pasaron factura a todos los mexicanos por un monto –entonces– de 552,300 millones de pesos, 11% de la economía total en aquel
momento.

Para poner en perspectiva esa cantidad, trasladando el valor de ese dinero a tiempo presente, lo que ya nos ha costado hasta la fecha el Fobaproa equivale a 20 aeropuertos Felipe Ángeles (aun considerando el gasto operativo anual de dicho aeropuerto, que
según el plan maestro, alcanzará su equilibrio a los cinco años).

Pero no sólo eso, si tomamos en consideración el último saldo publicado del adeudo, que es de poco más de un billón de pesos, además de los 20 aeropuertos, el monto que resta por pagar equivaldría al presupuesto del programa federal de becas para personas con discapacidad (que beneficia a casi un millón de personas), por un lapso de ¡77 años!

El surgimiento del Fobaproa estuvo enmarcado en la mayor crisis económica de las últimas décadas, que fue generada 100% de manera doméstica, es decir, sin ser producto del contagio de una crisis internacional: la crisis de 1994-1995.

Podríamos entrar en un sinfín de tecnicismos: déficits de cuenta corriente, disminución escandalosa de las reservas, conversión masiva de Cetes a Tesobonos, privatizaciones mal hechas entre compadres, el fracaso en el control de la devaluación del peso, etc.

Pero baste decir que la crisis del 94-95 tuvo múltiples efectos, entre ellos la quiebra de los bancos, llegando a carteras vencidas que superaban su capital contable. De ahí vino el “rescate”, y de ahí los abusos, a río revuelto, metiendo en “la panza” de los adeudos todo tipo de fraudes, créditos incobrables y transas de quienes detentaban el poder.

Nunca debe olvidarse ese legado funesto del pasado que fue el Fobaproa: 20 aeropuertos y 77 años de becas a personas con discapacidad.

POR JESÚS ÁNGEL DUARTE

COLABORADOR

@DUARTE_TELLEZ

MAAZ