NUEVOS ENTORNOS

De la gobernanza regional, lo que sigue

Han sido unos días en los que los componentes principales de la correlación de fuerzas

OPINIÓN

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Guadalupe González / Nuevos Entornos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Han sido unos días en los que los componentes principales de la correlación de fuerzas y de las alianzas regionales se han transformado por la política, conversaciones entre países, movilizaciones sociales por lo que respecta a la gobernanza a lo largo del continente americano.

Las felicitaciones y reconocimientos internacionales para el presidente electo José Ignacio Lula da Silva en Brasil, han sido inmediatos, como el proceso conducido por las autoridades electorales de ese país del que depende en mucho la posición regional en temas comunes de alta importancia.

La consolidación de la paz colombiana cuenta ahora con el recién anunciado apoyo chileno y español en otro espacio de la diplomacia regional. Para Bogotá, el rescate de la selva amazónica y su investigación científica, una ruta no violenta contra los problemas asociados a las drogas, una red integrada de América con energías limpias, la integración económica latinoamericana son prioridad.

Otro componente depende del resultado de las conversaciones en Caracas entre el Presidente colombiano y el venezolano promovidas por Bogotá. 

La relación bilateral, la reapertura de fronteras y el reingreso de Venezuela al sistema interamericano de Derechos Humanos están  entre los temas anunciados por Colombia antes de la reunión del martes 1 de noviembre.

Otras opciones para el fortalecimiento regional dependen del avance del diálogo político entre las fuerzas políticas y el gobierno venezolano en el contexto de las mesas que tienen lugar en México con la facilitación de Noruega.

Sin embargo, otro componente está en espera de definiciones respecto a lo que ocurre en Haití, donde continúa la tensión y la crisis humanitaria. Un asunto que se encuentra en la agenda del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que Brasil es actualmente miembro no permanente hasta finales del próximo año.

Si bien cada vez más es posible hablar de que lejos de romperse y deteriorarse las relaciones al interior de la región, la realidad es que los resultados políticos y la consolidación de nuevos esquemas de diálogo político y diplomático no han dejado de ocurrir.

Lo que sí, es que el reto de la construcción de soluciones depende de los efectos de condiciones reales, la situación de conflictividad y económica fuera de la región. 

La distensión global se ha vuelto una necesidad estratégica, para poder enfrentar entornos de recuperación que son lentos y difíciles ante el actual contexto global. 

El imparable deterioro ambiental y la realidad social, el aumento de las poblaciones desplazadas en las diferentes fronteras que suelen ser los pasos para el refugio y la búsqueda de otras condiciones ante condiciones humanitarias de alto impacto por múltiples factores, como en Haití, continúan a la alza.

POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ

Catedrática universitaria

@GuadalupeGonzCh

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