LA ENCERRONA

Celebrar la derrota

“Lo siento, ¿qué quieres que haga? Soy Mesías, pero no hago milagros”. Jair Bolsonaro

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En mi entrega anterior, titulada “Salvar la democracia”, tomé el ejemplo particular de Donald Trump y cómo sus discursos de odio, acciones xenófobas y racistas, amenazas constantes en contra de las instituciones, sembraron la semilla de la polarización en Estados Unidos. Lo terrible de estas “nuevas” prácticas políticas es que no solo sucede en nuestro país vecino, sino que se ha propagado como una manera de “conectar” con el electorado, con un cierto perfil de electores, que, si bien no se han inventado a raíz de estos políticos, nunca antes tuvieron una plataforma tan visible para justificar su odio.

Ejemplo de lo anterior es, indudablemente el ex premier de Inglaterra, Boris Johnson, “el Trump británico”, de quien ahora conocemos como terminó su historia como residente del número 10 en Downing Street y, también la mella que hizo en el Partido Conservador. O bien, el conocido como “el Trump tropical”, refiriéndose a Jair Bolsonaro, el ultraconservador, militar en retiro y aún presidente de Brasil y quien acaba de perder en el balotaje celebrado el domingo frente a un viejo conocido de la política del gigante amazónico, Luiz Inácio -Lula- da Silva.

Así pues, después de una contienda muy reñida en esta segunda vuelta y con la totalidad de votos escrutados, resultando con 49.1 % para Bolsonaro y el 50.9 por ciento de las preferencias hacia Lula da Silva, mismo que será presidente de Brasil por tercera ocasión. Sumada a la sorpresa de la estrechez en los resultados, con solo escasos 2 millones de votos de diferencia (Brasil tiene un padrón electoral de más de 150 M), también resalta que el candidato de Lula para Sao Paulo no logró la victoria, las marcadas diferencias geográficas en los sufragios, además de que el mismo día de la jornada electoral se hayan suscitado una serie de manifestaciones, cierres de calles y carreteras en 26 estados del país, tras el silencio ensordecedor de Bolsonaro al no aceptar los resultados electorales.

Al puro estilo de Trump, dentro de las múltiples frases incendiarias en campaña de Bolsonaro, resonó la siguiente: “Tenemos tres alternativas para mí: la cárcel, la muerte o la victoria”, comentario que toma vuelo tras su silencio pasadas las votaciones. En este dicho, se hace evidente que en cualquiera de los escenarios posibles no va a aceptar la derrota en las urnas y, peor aún, incentiva a sus partidarios a tampoco hacerlo, a pelear por la victoria que, dicho en otra de sus frases: “Juntos, con fe, conseguiremos nuestros objetivos. Es una misión que tengo y solo Dios me saca de esa silla”.

Retomando lo dicho anteriormente, el problema no reside solo en los personajes populistas, sino en las consecuencias para las instituciones, la sociedad y la democracia misma. Lula enfrentará su tercer mandato con un país dividido completamente, con una sociedad más clasista, racista, xenófoba que aquella vez que Henrique Cardoso entregó el cargo en los albores del milenio. Es de celebrar el triunfo de Lula, quien será un presidente con mayor madurez, con vasta experiencia y que no repetirá los errores del pasado, pero se deberá celebrar aún más que Bolsonaro y este perfil de políticos sigan siendo derrotados en las urnas, por la vía democrática.

POR ADRIANA SARUR
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