COLUMNA INVITADA

¿Quién ganó y quien perdió con la marcha?

La defensa del INE y de nuestra incipiente democracia alertó a la ciudadanía contra las intenciones absolutistas del presidente y sus secuaces

OPINIÓN

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Paz Fernández Cueto / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

No pudo haber sido más oportuno el” timing” que el Frente Cívico Nacional eligió para convocar a la marcha. Lo cierto es que la reacción de partidos opositores de muy distintos colores, así como de empresarios, intelectuales, artistas, obreros o ciudadanos de a pie, rebasó todas las expectativas de los convocantes provocando, en torno a esta iniciativa, una especie de marchamanía. Quiénes acudimos el domingo a la marcha a caminar, codo a codo, con miles de ciudadanos por el Paseo de la Reforma, saboreamos un ambiente que hace años no se respiraba en la ciudad, disfrutamos de un México unido, de un México hermano. Caminamos contentos sin desconfianza del que estuviera a nuestro lado, sin temor a que el de junto nos arrebatara la bolsa o nos arrancara el celular. La gente no fue reclutada ni obligada por nadie, no hubo acarreados, la respuesta espontánea era de esperarse.

Ciertamente la defensa del INE y de nuestra incipiente democracia alertó a la ciudadanía contra las intenciones absolutistas del presidente y sus secuaces. La realidad es que, muchos de los que marcharon no sabían bien a bien que defendían, la marcha fue solo un pretexto para demostrar su inconformidad, hartos de las críticas y descalificaciones que reciben todos los días desde Palacio Nacional, cansados de las mentiras que repite sin cansancio el primer mandatario para disimular el incumplimiento de sus promesas.

Lo que presenciamos el domingo fue una auténtica rebeldía pacífica contra el absolutismo de un presidente que se cree dios, contra la vulgaridad de su discurso y grosería de su lenguaje, contra el sarcasmo y la burla mañanera con que arremete sin disimulo alguno, a diestra y siniestra, contra el desprecia a nuestra historia, a nuestras costumbres, a nuestras creencias y hasta a nuestra religión. La Reforma del INE que propone el presidente sería dar la puntilla a la democracia para instaurar el reinado indefinido de la 4T por muchas generaciones. Pero eso la mayoría de la gente no lo sabe.

No quiero hablar de números, pero eran ríos de gente los que desfilaron, los que salían por las calles aledañas para incorporarse a la marcha invadiendo todos los carriles y saturando los camellones del Paseo de la Reforma. Los que salían a borbotones de las estaciones del metro, se dirigían directamente hacia el Monumento de la Revolución donde todos nos fuimos a encontrar.

¿Quién ganó y quien perdió con la marcha? Ganó la ciudadanía, lo más importante fue sacarla a la calle, dar voz a sus reclamos, desahogar sus frustraciones, mostrar su fuerza a los partidos de oposición para exigir respeto a la democracia por encima de intereses personales o partidistas. En especial para Alito fue un tenme acá, el PRI nacional acaba de anunciar que votarán en contra en la Cámara de Diputados, con lo que se rompe la mayoría calificada necesaria para aprobarla. Pierde la Reforma Electoral tal como la quería el presidente.

La siguiente perdedora es Claudia Sheinbaum por la falta de sensibilidad política y de respeto que percibimos los ciudadanos que tiene a su cargo. Independientemente de las cifras ridículas que manejó al referirse a la marcha, en contraste con las que reportan especialistas de la prensa nacional y extranjera, en la Ciudad de México se registró la mayor concentración de protesta en lo que va del sexenio mientras ella se paseaba indiferente, haciendo campaña en Veracruz.

POR PAZ FERNÁNDEZ CUETO
COLABORADORA
PAZ@FERNANDEZCUETO.COM

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