CASCABEL AL GATO

La calle y la plaza son instituciones democráticas

Lo que se ve no se juzga y el contraste visual entre la marcha en defensa del INE y la del próximo domingo es parte de la política

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hay quienes prefieren que la política esté confinada a ciertos espacios y momentos como el Congreso o las elecciones. Cualquier desborde les causa un malestar que no dudan en mostrar.

Su utopía siempre ha sido la de una sociedad civil que ha dejado atrás tan iracunda actividad para concentrarse exclusivamente en el comercio y el disfrute individual.

La novedad es que quienes hasta ayer pensaban así, ahora han pasado a ocupar la calle en defensa de lo que consideran un agravio a la democracia.

Como respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha convocado a

una marcha para el próximo domingo 27 de noviembre, a partir de las nueve de la mañana.

Será la primera que encabezará en su sexenio y servirá de prolegómeno a la ya tradicional presentación de su informe de gobierno en el zócalo capitalino, originalmente planeado para el 1 de diciembre, como en años anteriores.

El cambio de fecha lo justificó el propio Presidente de la República, asegurando

que el hacerla en domingo les permitirá acudir a los que residen fuera de la Ciudad de México.

Es decir, el objetivo es que vaya la mayor cantidad de simpatizantes posibles.

Lo que se ve no se juzga y el contraste visual entre la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral y la del próximo domingo en apoyo a la reforma política es parte de la política democrática.

En efecto, en una democracia, la calle y la plaza son parte de esas instituciones que dan soporte a la política.

Son espacios gregarios, en los que se rompe o por lo menos se suspende la sociedad atomizada en la que habitamos. ¿Enseñar músculo? Por supuesto y a buena hora.

Las causas por las que vale la pena luchar no se construyen desde el sillón y la formación de una voluntad colectiva demanda este tipo de síntesis efervescente.

Para los que apostamos por una democrática radical que asume que la política es una condición inherente al carácter social del ser humano celebramos que se empiece a normalizar este tipo de expresiones.

Luego de décadas en las que el conflicto fue acallado y disciplinado, hoy contamos

con una diversidad de foros para que se exprese.

Algunos verán ahí “polarización”, yo prefiero ver una manera de organizar lo que nos afecta, es decir, lo que nos une.

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ
COLABORADOR
@ADRIANVR7

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