Miguel Herrera quedó fuera de la dirección técnica de los Tigres por su honestidad. Así como se lee, porque en estos tiempos en los que se buscan discursos directos, apegados a la realidad, a este personaje le costó su trabajo decir una verdad que evidentemente duele en el plantel felino, cuya edad promedio en el once inicial durante los últimos dos torneos estaba entre 31.5 y 32.1 años.
A Miguel lo corrieron, según lo cuenta él mismo, en entrevista, con David Faitelson y Roberto Gómez Junco, por declarar que la plantilla de los Tigres se ha hecho vieja.
Si bien no dijo mentira alguna, evidentemente, esas palabras no gustaron a los líderes del equipo y la historia de Herrera, con el equipo que maneja Sinergia Deportiva, se terminó.
Dentro de todo lo que se ha generado en torno a este despido, hay quien dice que ese tipo de declaraciones no se hacen, que hay que aplicar los famosos códigos, que estaría con trabajo si se hubiera callado, etcétera... Y puede que tengan razón; sin embargo, la personalidad de Herrera no es de un cuidachambas.
El Piojo se ha equivocado muchas veces y eso le ha costado el trabajo con la Selección Nacional y con el América. Pero lo que ha ocurrido ahora no ha tenido nada que ver con un brote de violencia del entrenador, sino por el hecho de que sacudió el ego de otros y si dijo que es un equipo viejo es porque en verdad, Tigres terminó el torneo anterior con nueve jugadores de más de 31 años, con André-Pierre Gignac y Nahuel Guzmán, como los más veteranos, con 36.
Quitar a Miguel no hará que esta condición desaparezca en Tigres, y ahora será el problema para el entrenador que llegue (Diego Cocca está perfilado) tenga que lidiar con la veteranía del equipo, pero, sobre todo, con los egos y la difícil tarea para gestionar ese vestuario.
Si hubiera sido por no hacer campeón a este equipo y por números, claro que la directiva de los Tigres tenía todos los argumentos para no seguir con el proyecto de Miguel, que dicho sea de paso, cuenta con uno de los cuerpos técnicos del futbol mexicano, más numeroso y caro. Si además de eso, entre las razones de su despido hubiera estado el hecho de que irá a Qatar como analista de televisión cuando el equipo estaría en un torneo de pretemporada, tampoco habría polémica. Es más, sería hasta justificado.
Ahí sí no habría manera de que Miguel se defendiera o siquiera pretendiera hacerlo. Pero si lo que ha contado es cierto, si en verdad le despidieron por lo que dijo en relación al promedio de edad del plantel, el problema en Tigres seguirá, porque no es el entrenador, son algunos jugadores. Hoy, la honestidad dejó sin trabajo a Miguel Herrera.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@gvlo2008
MAAZ