La Macroeconomía es la rama de la Economía que trata sobre la relación entre el dinero y el gobierno, a través de la cual se establecen los mecanismos de expansión o contracción económica según las variables fundamentales de una economía nacional, y el tratamiento que se les da globalmente según la perspectiva programática de cada gobierno para regular o equilibrar, en correspondencia, la política fiscal y la monetaria, así como los niveles nacionales de inversión y gasto, haciendo del gobierno la matriz fundamental de direccionamiento de la producción, el consumo, la inversión y el empleo.
Keynes explicaba esto resumiéndolo según el criterio del manejo de la relación entre el consumo de las familias, la inversión de las empresas, el gasto del gobierno y las exportaciones e importaciones de la economía en su conjunto, que en su movimiento coordinado repercutían en los niveles de inflación, empleo y tasas de interés.
En conjunto, estas cuestiones constituyen lo que podemos llamar el momento macroeconómico de una sociedad, y de su correcto equilibrio y gestión depende directamente la posibilidad de que la economía de las familias pueda mantenerse en niveles adecuados, que haya empleo, buenos salarios, inflación controlada, desarrollo y prosperidad.
En estos días, la Cámara de Diputados vive su momento macroeconómico, que es de hecho su momento estelar toda vez que se trata de la atribución exclusiva de esta parte de la asamblea bicameral del Congreso de la Unión, pues se discute, modifica y aprueba el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2023, enviado por el Ejecutivo Federal como parte medular del quinto año del gobierno de López Obrador.
Para este año, se propone un gasto neto total de 8 billones 299 mil 647 millones 800 mil pesos, que representa un 11.5% más del presupuesto del año anterior, que como se sabe se divide en Gasto No Programable (que es el destinado al cumplimiento de las obligaciones del gobierno, como la deuda pública o las participaciones a estados y municipios) y Programable (que es el destinado al funcionamiento del gobierno y la ejecución de proyectos).
El Gasto No Programable representa el 28.2% del presupuesto total; ese ya está comprometido para el pago de deuda pública y participaciones federales. El Programable representa el 71.8%, y se distribuye en los siguientes doce ejes estratégicos: educación, cultura y deporte (16.4%), salud (5.5%), seguridad social y salud a derechohabientes (30.2%), trabajo y bienestar para todos (7%), apoyo al campo (1.8%), fomento económico y medio ambiente (3.9%), fortalecimiento energético (19.6%), comunicaciones, transporte e infraestructura (6.7%), gestión pública y provisiones salariales (1.6%), coordinación de la atención a la sociedad (0.3%), seguridad y paz (4.5%) y órganos autónomos (2.6%).
En una primera etapa, el presupuesto está aprobado en lo general, pero el debate en lo particular continuará en los próximos días. Más en nuestros artículos siguientes.
POR ISMAEL CARVALLO ROBLEDO
DIRECTOR GENERAL DEL ESPACIO CULTURAL SAN LÁZARO DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@ISMAELCARVALLOR / WWW.LACLANDESTINAVIRTUD.ORG
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