Hace unos días comenté con una colega las dificultades que enfrentan algunas empresas de tecnología para entrar, operar y sobrevivir en diversos sectores de México. Mencioné que unas lo hacen fácilmente y para otras es casi imposible, dependiendo del producto o servicio que ofrecen.
Expresé que aquellas que venden soluciones tangibles, evidentes e inmediatas e implican el despliegue de conocimientos que sólo dan el esfuerzo intenso y la experiencia, a veces de años, son mejor recibidas. Y que no es lo mismo vender a empresas grandes que a pequeñas.
En la charla surgió el caso de Banverde y lo comparé con otras compañías de giros distintos. Aunque parecía un ejercicio injusto, opiné que el avance de esta empresa de financiamiento se debía a que ofrece una alternativa para un servicio esencial como es la energía eléctrica.
Banverde financia la instalación de sistemas fotovoltaicos a través de un Contrato de Compra de Energía. Entre las ventajas están: 100 por ciento de financiamiento del equipo; instalación, mantenimiento y seguros incluidos; seis meses de energía gratis y ahorros de hasta 20 por ciento en el pago. Además, al final del contrato el usuario queda como propietario del sistema cuya vida útil puede alcanzar hasta 30 años.
La empresa trabaja en el marco de la generación distribuida, que se refiere a instalaciones fotovoltaicas menores a 500 kWp de capacidad, y la instalación de mil 300 paneles solares o tres mil metros cuadrados.
La firma ha emitido convocatorias en alrededor de una docena de estados del país dirigidas a clientes comerciales e industriales. Apenas el martes pasado el gobierno de Quintana Roo anunció con Banverde el Programa de Implementación de Energía Limpia, que contempla un fondo de 15 millones de dólares para la instalación de equipos. El anuncio fue hecho en Playa del Carmen, pensando probablemente en hoteles y empresas pequeñas y medianas.
También están los beneficios para el medio ambiente. He escuchado a Charlie Munger, el perspicaz socio Warren Buffett en Berkshire Hathaway, hablar sobre la energía solar. “Debería ser considerado como algo muy bueno”, dijo hace 12 años y sigue vigente. Hay algo de elegante en paneles solares y en la manera en que producen energía eléctrica sin generar contaminación.
Por calidad y costo, unas opciones son mejores que otras. Hay alternativas y libertad para elegir.
POR MIGUEL MERÉ
EXPERTO DEL SECTOR ENERGÉTICO
MAMEREH@GMAIL.COM
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