EL GALEÓN DE MANILA

El dificultoso fin de la guerra en Ucrania

La guerra económica mundial se profundiza. Rusia apuesta por la reacción global contra la carestía mientras que sufre los estragos de las sanciones económicas impuestas por Occidente

OPINIÓN

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Gerardo Traslosheros / El Galeón de Manila / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La invasión de Rusia a Ucrania ha sumido al mundo en una crisis por el incremento global de la inflación y una posible recesión, lo que aumenta la presión internacional para que Ucrania acceda a sentarse a negociar con Rusia. Ucrania ha dejado claro que negociará solo si Rusia acepta devolver los territorios ocupados, pagar reparaciones y castigar a los criminales de guerra. La Rusia de Putin no aceptará tales condiciones, salvo que sea derrotada militarmente, ante lo cual amenaza con armas nucleares y la escalada incontrolable del conflicto. 

Ucrania continúa avanzando militarmente en el noreste y sur del país, ahora con el posible retiro de las tropas rusas de la capital regional de Kherson. Rusia, con la ayuda de Irán, intensifica sus ataques con drones sobre infraestructura crítica, dejando a la población sin electricidad ni agua de frente al invierno, salvo que Kiev reciba tecnología capaz de detener los ataques desde territorio ruso.

Un objetivo primordial sería evitar que, terminada la guerra, una Rusia recuperada volviera atacar a Ucrania o a otro país vecino, inclusive si es miembro de la OTAN. Lo ideal sería que Putin fuera derrotado externa e internamente, provocando un cambio de régimen, dejando el poder para que alguien con credibilidad negociara la paz con Ucrania y con Occidente. 

En EU, las alas radicales ideologizadas de los partidos republicano y demócrata exigen detener el apoyo a Kiev, forzando una negociación que beneficiaría a Rusia bajo las circunstancias militares actuales, mientras que al centro del espectro demócratas y republicanos apoyan el esfuerzo de Biden en favor de Ucrania.

La guerra económica mundial se profundiza. Rusia apuesta por la reacción global contra la carestía mientras que sufre los estragos de las sanciones económicas impuestas por Occidente. EU ha intensificado su guerra económica con China en tecnologías estratégicas, lo que daña el potencial de crecimiento chino. Se trata también de limitar las inversiones chinas en infraestructura en el mundo, en especial en el sector comunicaciones. 

Difícilmente en las cumbres del G20 en Indonesia y de APEC en Tailandia este mes se lograrán consensos relevantes, dadas las diferencias entre China y Rusia, por un lado, y EU y aliados, por el otro, sobre los efectos económicos de la guerra en Ucrania. Xi y Biden pretenden reunirse en Indonesia, en lo que sería un difícil encuentro por sus profundos desacuerdos. Sin embargo, China y Estados Unidos, como superpotencias, deben evitar a toda costa una hecatombe climática y un cataclismo nuclear. La sobrevivencia de la humanidad debe ser su prioridad y máxima responsabilidad. El mundo está atrapado, sin salida aparente, en la lógica de la competencia entre las grandes potencias, algo que parecía rebasado en pleno Siglo 21.

POR GERARDO TRASLOSHEROS
UDLAP Jenkins Graduate School, PECC México y Comexi
@GTraslosheros 

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