Lo que no se explicó bien en el arranque de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fue que Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), el instituto creado por la 4T “para acabar con la pobreza”, es que no se aclaró a quién o quiénes iba a beneficiar la lucha, si a la pobreza de unos cuántos para convertirlos en nuevos ricos con impunidad.
El comentario no es una percepción, es una realidad porque mientras el número de pobres, de personas que no tienen acceso a los productos de la canasta básica, subió alrededor de cuatro millones de 2018 a la fecha, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) un grupo salinista, muy cercano a López Obrador e instalado en la 4T, incrementó el saqueó para su propio beneficio.
Ya se sabía que el caso Segalmex representa hasta cuatro veces la estafa del saqueo a Desarrollo Social en el sexenio de Peña Nieto y por cuyo caso Rosario Robles estuvo presa tres años y aunque salió de la cárcel no ha sido absuelta aún. Los desvíos en la institución de los pobres eran de 9 mil millones de pesos hasta antes de la Cuenta Pública de 2020; sin embargo, en el reporte de la ASF recién entregado a la Cámara de Diputados en 2020 se detectaron más de 8 mil 640 millones de pesos las áreas más sensibles para la población en extrema pobreza entre Segalmex, Diconsa y Liconsa. Lo más seguro es que cuando se revisen las cuentas de 2021, 2022, año en curso, el escenario también será de saqueo e irregularidades.
De acuerdo con un análisis de diputados de la Comisión de Presupuesto, las observaciones revelan pagos sin soporte documental del país, frijol, canasta básica, leche y subsidio de arroz, trigo y maíz, pagos que excedieron el tonelaje o precio de garantía establecidos para maíz y frijol; pagos sin acreditar la prestación del servicio de subcontratación de personal y recepción de pesticidas; pagos fuera de la vigencia del contrato del servicio de fletes; faltantes de maíz y frijol en inventarios; productos de canasta básica sin acreditar la entrada de almacenes; salidas de efectivo no identificadas con su concepto y penalizaciones no aplicadas en arrendamiento vehicular.
Segalmex pasó de los titulares: “Será un alivio para los pobres” a pudrirse así el proyecto que promovería los productos alimentarios: “Se sospechan irregularidades en Segalmex”, “Daño a Segalmex asciende a 9 mmdp”. “Se alistan denuncias contra funcionarios de Segalmex”, “López Obrador acepta corrupción en ASF”. ¿Y los pobres? Cada vez más amolados.
Mientras el fraude ya no se puede esconder a la opinión pública, los diputados de Morena Adela Ramos, Arturo Hernández y Santiago Chepi, solicitaron a Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, dejar de proteger las estafas y a los funcionarios involucrados en los desvíos de Segalmex y exigieron la comparecencia del nuevo titular Leonel Cota. El que fue el titular y principal implicado es el salinista Ignacio Ovalle, quien se refugia como coordinador del Instituto Nacional de Federalismo y Desarrollo Municipal (INAFED). La corrupción no terminó siendo barrida como se barren las escaleras, se acabó el cepillo en el intento.
UPPERCUT: La oposición no va a ningún lado sin Claudio X González, el empresario, así como Guadalupe Acosta Naranjo, Nacho Peralta, Miguel Ángel Riquelme, este último gobernador del PRI en Coahuila, pide candidatura de unidad para frenar el avance de Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad y aspirante a la gubernatura de la entidad norteña.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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MBL