COLUMNA INVITADA

Venta y tráfico de armas

Estados Unidos vive una epidemia de balaceras y masacres. El fácil acceso de los jóvenes a armas de alto poder los convierte en potenciales asesinos

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

En su comparecencia en el Senado de la República, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, anunció que presentará una segunda demanda en contra de la venta de armas, ahora en el Estado de Arizona. La decisión del canciller fue correcta. Mientras en EU sea más fácil comprar un rifle de asalto que una cerveza, ni en México, ni en nuestro vecino del Norte la violencia disminuirá.

Estados Unidos vive una epidemia de balaceras y masacres. Jóvenes ideologizados, deprimidos, maltratados o enajenados por la violencia que viven en su familia, en su entorno escolar, en su trabajo  o simplemente, por la influencia de las redes sociales e incluso los videojuegos, toman sus armas y  matan inocentes. Su fácil acceso a armas de alto poder, convierte a estos muchachos en potenciales asesinos. ¿Por qué no se restringe la venta de armas en Estados Unidos?  Por el dinero.

La empresa de estudios de mercado IBIS World afirma que en 2022, Estados Unidos  producirá armas y munición por un valor de mercado de 19.5 mil millones de dólares, 1.6 por ciento más que en 2021. Significa un aumento de 25 por ciento desde 2015. El número de armas vendidas en 2021 fue de 18 millones. El 2020 fijó un récord de 23 millones de armas vendidas, 65 por ciento más que antes de la pandemia.

En México, las masacres, como la de esta semana en Guerrero y como las de cada fin de semana en todo el país, son realizadas por armas compradas en Estados Unidos.  Muchas de estas ramas son adquiridas legalmente en Estados Unidos y contrabandeadas a nuestro país.

La venta y tráfico de armas no es nuevo, es tan antiguo como la historia de nuestro país. Por ejemplo, Ignacio Allende, el cura Hidalgo y otros insurgentes fueron capturados cuando se dirigían a Estados Unidos en busca de apoyo y armas. Abraham Lincoln vendió a Juárez las armas utilizadas por los Ejércitos de la Unión después de su guerra civil contra los Estados  Unidos, los cuales fueron clave para la victoria del ejército republicano en contra del imperio de Maximiliano.

El poder militar de la División del Norte fue producto de la habilidad de Villa, de Felipe Ángeles y de las armas compradas en Estados Unidos. Cuando el gobierno estadounidense reconoció a Venustiano Carranza como Presidente de México suspendió la venta de armas a Villa, el cual se las compró de manera ilegal a comerciantes de Columbus.

Cuando Felipe Calderón declaró la guerra al narco, los delincuentes simplemente aumentaron su arsenal fortaleciendo el mercado legal e ilegal de armas. López Obrador cambió la política de seguridad. El eje no es la guerra, sino programas de apoyo social. El enfoque es correcto, pero el avance, lento. Si Estados Unidos no  restringe la venta de armas la violencia seguirá.

Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce.

Por Onel Ortiz Fragoso
@onelortiz

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