Por más de 11 días, hemos visto videos de mujeres en Irán cortando su cabello y quemando sus hiyabs en las calles, acompañadas de 30 millones de menciones en Twitter sobre #MahsaAmini. La indignación por el asesinato de Jîna Amini, una mujer kurda en la ciudad de Saqez, a manos del Gasht-e-Ershad —también conocida como Policía de la Moral iraní—, inició la revolución femenina en la República Islámica de Irán.
Este movimiento nacional se convirtió en uno transnacional, y tal vez está por convertirse en un marcador en la historia moderna, no solo del país, sino del mundo. Este tiene el potencial de cambiar las condiciones en las que las mujeres en el país resisten para sobrevivir, y más aún, de motivar a más mujeres del mundo a confrontar a los distintos sistemas de opresión.
Las protestas en 80 ciudades iraníes, el arresto de más de un centenar de personas y la muerte de 76, y contando, advierten que está transformándose en el desafío más retador al que se han enfrentado el Ayatollah Ali Khamenei y el sistema que ha reprimido y segregado a las mujeres en Irán por más de 47 años, en especial a partir de 1979 cuando el uso del hiyab en público se volvió obligatorio.
Muchas veces, la información que recibimos sobre Irán está sesgada por estereotipos y prejuicios, la comunidad internacional debe pronunciarse a favor de las mujeres en Irán, reconociendo los sesgos y el mundo en el que se desenvuelven.
Debemos entender que parte de las exigencias de las mujeres en Irán es tener el derecho a decidir, nosotras, como mujeres de otro país, a más de 13,000 kilómetros de distancia debemos estar atentas y pugnar por el respeto a sus derechos humanos, a que el gobierno no limite las comunicaciones a fin de evitar que el mundo se entere lo que viven día a día.
En el caso de Mahsa, hay una intersección con el género y la etnia. Jîna Amini era una mujer kurda. En Irán, la población de Kurdistán representa al cuarto grupo étnico más grande en el Medio Oriente, pero el gobierno percibe a esta población como una amenaza a su estabilidad debido a su crecimiento demográfico, la distribución geográfica y su resistencia al gobierno central del país.
Al mismo tiempo, Irán ha buscado establecer políticas de segregación, control y represión contra las mujeres en el territorio.
Es importante entender, que las reflexiones torales vienen de ellas, quienes viven la situación. Las manifestaciones de solidaridad en México idealmente deben ser pacíficas y demostrar nuestra sororidad de forma pública y visible.
Estas son algunas reflexiones que invitan a la conversación, a la difusión de la situación, pero también a abrir nuestras mentes ante realidades distintas. En México, las mujeres vemos con respeto, admiración, y con sentimientos de impotencia, tristeza y esperanza, su lucha por la liberación.
Laura Esquivel Torres
Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer en el CEN del PAN