COLUMNA INVITADA

Erasmus o cómo aprender a formar a la juventud. 35 años de un gran proyecto

El pasaje antes descrito revela, más allá de los contextos particulares, la importancia en la formación académica, educativa y profesional de la juventud

OPINIÓN

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Juan Luis González Alcántara / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Filipo II, rey de Macedonia, se distinguió por una trayectoria militar adusta, severa y, en más de las veces, brutal. Hombre de su época, más par de militares que de políticos, áspero, compañero de armas y conquistador pragmático. A pesar de muchas características que pudieran presentar al rey macedonio como personaje brutal, no perdió de vista algo relevante para su sucesión: no permitiría que la expansión macedónica en Grecia quedara en manos burdas y tampoco que su hijo Alejandro –el futuro Magno y sucesor– fuera la simple copia de un rey silvestre. No, deseaba únicamente que su heredero fuera un gobernante educado sólidamente y formado intelectualmente. No reparó en ponerle como tutor nada menos que a uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, igual de Magno que Alejandro, Aristóteles.

El pasaje antes descrito revela, más allá de los contextos particulares, la importancia en la formación académica, educativa y profesional de la juventud. Por supuesto, se trata no de generar conquistadores ya nada acordes a esta época –a pesar de que aún hay trasnochados que aspiran a serlos–, sino de construir una juventud cuyos fundamentos sean el conocimiento, la educación y la formación intelectual.

Esos son los objetivos que persigue y ha procurado durante 35 años el Programa Erasmus, creado en 1987, a instancias de la Comisión Europea, para el intercambio cultural y universitario de jóvenes de una Europa federada en ciernes. El primer año de puesta en marcha se beneficiaron 3 mil estudiantes europeos. A la fecha, los horizontes del Programa Erasmus se han ensanchado más allá de las fronteras europeas y ha atendido a cerca de 13 millones de estudiantes. Comprende estancias de meses, becas de asistencia, manutención, viajes, adaptación lingüística y doctorados.

La educación de las y los jóvenes no escatima presupuestos y qué mejor ejemplo que el del Programa Erasmus que comprende para el sexenio 2022-2027, 28 mil millones de euros.

La importancia de la educación soportal de los jóvenes ha sido un tema para la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la defensa de este derecho fundamental. Por ejemplo, en el Amparo en Revisión 115/2019 la Primera Sala resolvió, entre otros tópicos, lo siguiente: a) la obligación del Estado mexicano de acudir a la asistencia y cooperación internacional, especialmente económica y técnica, conforme a la Observación No. 2 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas; b) la protección del derecho a la educación inicial de los miembros de las comunidades indígenas que debe atender las particularidades (lingüísticas, culturales, tradicionales e históricas, entre otros) de estos grupos; y, c) la participación activa de las comunidades indígenas mediante el ejercicio democrático de las consultas para aprobar los programas de estudio.

En fin, enhorabuena por tres décadas y un lustro de apoyo tangible y notorio que el Programa Erasmus ha brindado a millones de jóvenes en el mundo. Esperemos también que los gobernantes de nuestro país se apliquen en construir verdaderamente un futuro de excelencia para los jóvenes mexicanos.

POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

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