COLUMNA INVITADA

Consenso para eliminar el Horario de Verano

Está plenamente demostrado que el ahorro de energía para los mexicanos es muy bajo respecto al consumo total

OPINIÓN

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María Merced González González / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la Cámara de Diputados se aprobó, la semana pasada, la Ley de los Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos, la cual abroga la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos, publicada en 2001, con lo que se avanza en la agenda que prohíbe el Horario de Verano. La iniciativa, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, expone que hay un rechazo popular e inconformidad permanente de la sociedad desde 1996, año en que se estableció. Se sabe que existe 71 por ciento de rechazo al Horario de Verano y sólo 29 por ciento de aceptación, de acuerdo con datos recabados en  la encuesta nacional que realizó recientemente la Secretaría de Gobernación (Segob).

En el caso de los municipios de la frontera norte, esta ley plantea mantener un horario estacional de excepción, dada la profunda integración laboral, social, cultural y económica que se tiene con los estados fronterizos de nuestro país vecino del norte. Desde hace varios años ha existido un constante cuestionamiento legislativo, ya que desde 2002 diversas fracciones parlamentarias han presentado 34 iniciativas de ley para eliminar el Horario de Verano: nueve del PRI, siete del PRD, cinco del PT, dos del PAN, dos del PVEM, una de Morena, tres iniciativas conjuntas y cinco en los Congresos estatales de Colima, Chihuahua y Quintana Roo.

Por otro lado, está plenamente demostrado que el ahorro de energía es muy bajo respecto al consumo total, ya que desde 1996 ha contribuido con menos de 1 por ciento anual de ahorro energético respecto al consumo nacional. En 2017, se ahorraron dos mil 241 millones de pesos, mientras que en 2021 la cifra bajó a mil 138 millones, 0.2 por ciento del consumo nacional de electricidad, y aunque el ahorro económico ha presentado tendencia a la baja, esto es atribuible a las mejoras tecnológicas y no al Horario de Verano. De 2020, 2019, las emisiones equivalen solamente a un ahorro de 0.06 por ciento de las emisiones totales de CO2 en el país; y en 2019 fue 0.07 por ciento de las emisiones, razón por la cual en la 4T se ha ponderado más la salud.

Como bien lo ha expresado nuestro secretario de Salud, Jorge Alcocer, el cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj biológico, por lo que diversas asociaciones internacionales del sueño recomiendan mantener el Horario de Invierno de manera permanente, debido a que promueve un ritmo biológico más estable, mejora el rendimiento intelectual y contribuye a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión. En cambio, la falta de sincronización con el medio ambiente causa problemas físicos y mentales en el sistema nervioso como somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria, en el aparato digestivo y el ámbito psicoemocional, entre otras afectaciones a la salud.

A nivel internacional, diversos países han optado por eliminar el Horario de Verano. El primero fue Argentina, en 2010, debido a que la nación pasó por una crisis de energía; luego Rusia, en 2011, ya que el gobierno reconoció que el cambio de horario no beneficiaba a la salud, sino que traía complicaciones. A estos dos países se han sumado Azerbaiyán, Belice, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Egipto, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Pakistán, Perú, Corea del Sur, Turquía y Uruguay, entre otros.

POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR EL ESTADO DE HIDALGO
@MARIAMERCEDG

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