REFLEXIONES CONSTITUCIONALES

Cambio de timón en el tablero político de la Sucesión

Claudia Sheinbaum sigue siendo la favorita del Presidente pero, sin duda, Adán Augusto puede suplirla, pues ambos juegan en el mismo equipo cercano a las preferencias presidenciales

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena / Columna Invitada / Opinión: El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El desarrollo del proceso hacia la Sucesión Presidencial ha cambiado en los últimos días; al parecer existe un golpe de timón al interior del Gobierno de López Obrador, que posiciona sólidamente al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. 

En el frente de la oposición, sorpresivamente el PRI gana terreno, al plantear –frente a la opinión pública—lo que denominó “Diálogos por México”. 

En efecto, la gira del Secretario de Gobernación, que lo placea por todos los Congresos Locales, es innecesaria, para efectos de la aprobación de la Reforma Constitucional al Quinto Transitorio del Decreto publicado en el DOF el 26 de marzo de 2019, referente a la ampliación de la presencia de las Fuerzas Armadas en materia de Seguridad Pública hasta el año de 2028. 

Lo es, porque evidentemente el control de la mayoría de los Congresos Estatales está en manos de Morena, eso significa que el propósito real es posicionar a un caballo negro que viene desde muy atrás, mientras que la carrera parejera entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum está casi empatada y, por lo mismo, ha producido serias fracturas internas. 

Por eso, éste movimiento en favor del Secretario de Gobernación se amplía cuando –sin necesidad alguna— defiende al Secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, por su ausencia ante la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados. 

No hay duda, todo indica una alianza entre este factor del poder –que ha crecido exponencialmente— y las aspiraciones del tabasqueño, que ofrece “que siga López para estar a gusto”. 

Claudia Sheinbaum sigue siendo la favorita del Presidente pero, sin duda, Adán Augusto puede suplirla, pues ambos juegan en el mismo equipo cercano a las preferencias presidenciales; si Claudia se tropieza, o la hacen tropezar, está claro que hay suficiente tiempo para darle vigor, fuerza y publicidad a este precandidato. 

Los analistas de este tema deben investigar y abrir los ojos pues, al parecer, la cuestión de la sucesión, al interior del Lópezobradorismo, toma giros inesperados y fundamentales; la nueva correlación de fuerzas políticas le da un nuevo contexto a la opinión de las hoy, todo poderosas, Fuerzas Armadas. 

En la oposición, el PRI –por su experiencia y conocimiento del Sistema Político— se está posicionando lentamente con una actitud de autocrítica, de apertura y de renovación de sus votos antigubernamentales, al fijar posición que enfrenta la Iniciativa de Reforma Electoral que pretende el Ejecutivo Federal. 

En el abanico de personalidades de aspirantes priístas existen perfiles de conocimiento y, reconocimiento, de funcionarios que han transitado por importantes puestos dentro del Poder Legislativo y del Ejecutivo. Podemos estar de acuerdo, o no, pero es incuestionable que este grupo ha demostrado capacidad en la Administración Pública; por supuesto, falta mucho pues, poner de acuerdo a estos precandidatos y a los que agregue el Partido Acción Nacional, el propio PRD y quizá Movimiento Ciudadano, será una tarea complicada y difícil, que requiere tolerancia, inteligencia y respeto entre los protagonistas. 

Es claro que si no hay una unidad de las diversas fuerzas opositoras, o de grupos importantes de la sociedad civil, no existe ninguna posibilidad de éxito electoral.  

La llave para redefinir esta nueva faceta aliancista, tendrá que manifestarse en las candidaturas a los gobiernos de Coahuila y el Estado de México, particularmente en este último, dónde la elección dará cause a la posibilidad de unos comicios reñidos o a la derrota anticipada de los Partidos opositores. 

El panorama cambia, el tablero político se modifica. La relación con Estados Unidos, será factor para la definición y la posibilidad de que exista una verdadera justa democrática.

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

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