Las condiciones están puestas sobre la mesa: México tiene las características necesarias para que su industria maquiladora y manufacturera destaque en el mercado internacional. La confianza en este potencial fue el espíritu que predominó en la edición 47 de la Convención Nacional INDEX —celebrada del 13 al 16 de octubre— a la cual tuve el gusto de asistir.
Este evento es un espacio de interlocución, diálogo y construcción conjunta entre la industria maquiladora y de exportación con el gobierno federal, estatal y local, academia y sociedad civil, donde se abordaron temas como la necesidad de un nuevo modelo laboral, las ventajas con las que cuenta México como potencia exportadora y las oportunidades que representa el nearshoring, por nombrar algunos.
Durante más de cincuenta años, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX) ha fungido como una organización líder que agrupa a más de 1,300 empresas que operan desde México hacia el mundo. Representa a más del 60% de las exportaciones totales de México. Genera 3.2 millones de empleos directos y 7.5 millones de indirectos; es decir, 2 de cada 10 empleos formales son creados por la industria maquiladora y de exportación, me informó Susana Duque, Directora General de INDEX Nacional y buena amiga. Por ello, los espacios de intercambio de este Consejo representan ocasiones invaluables para repensar la industria y reflexionar sobre su rumbo.
Los miembros de INDEX son las empresas “aplicadas” del comercio exterior, ya que son aquellas que transforman un producto para exportarlo. El 90% de su producción es para exportación, ya que son empresas afiliadas al Programa IMMEX, con alta sofisticación e innovación tecnológica.
Son compañías con una actualización constante, las cuales son auditadas también continuamente. Trabajan de la mano del gobierno para estar actualizadas en las regulaciones más recientes, pues su objetivo es ser “empresas cumplidas”. Siguen los estándares internacionales por lo que son competitivas a nivel local e internacional, con procesos altamente sofisticadas.
Actualmente INDEX cuenta con 19 asociaciones locales a nivel nacional, ubicadas en las zonas con mayor vocación exportadora. Adicionalmente, el 8 de agosto el Consejo abrió su primera oficina en Washington con el objetivo de representar la voz de la industria maquiladora de exportación mexicana ante legisladores o miembros de agencias reguladoras estadounidenses, impulsar la cooperación bilateral y estar más cerca de los corporativos.
Por lo que pude advertir en la Convención, México se encuentra ante una ventana de oportunidad de un importante crecimiento para estas empresas, si los actores clave saben aprovechar el escenario. Como lo señaló el Presidente Nacional de INDEX, Luis Manuel Hernández, nuestro país está en una posición privilegiada y única, de la que esta industria puede valerse. No solo cuenta con una ubicación geográfica estratégica y con potencial humano especializado, sino con la capacidad de hacer frente a los cambios que hoy transforman el mercado.
No son pocas las pruebas que la industria maquiladora y manufacturera tiene enfrente. Coincidiendo con Hernández, dos de ellas se relacionan con el vínculo que México guarda con la región de América del Norte. Para empezar, en el futuro más próximo, se vislumbra la necesidad de un nuevo modelo laboral, como consecuencia del entendimiento emanado del T-MEC. Transformar la interacción entre los tres países para que sea una zona de cooperación que actúe en conjunto es un pendiente que también se deberá resolver pronto.
Susana Duque me compartió que el país destaca por su capital humano calificado. “Son especialistas que se forman en el sector manufacturero de exportación. Esta industria requiere muchas personas y capital humano. Hay mucha automatización por la transformación industrial, pero se sigue necesitando a mucha gente en las plantas. De hecho, hay mucha oferta de empleos en el norte del país y hay déficit de personas que puedan ocupar esas vacantes”.
Pero todos estos retos pueden convertirse en potencial. Como lo plantea Luis Manuel Hernández, para la industria es fundamental construir estrategias aprovechando la digitalización del entorno y aprendiendo de las dificultades del pasado y del presente. Parafraseándolo en su participación en el Foro Nacional de Ciberseguridad: el caos ya lo conocemos. Lo importante es ¿qué nos enseña?, ¿qué vamos a hacer a partir de él? Y es que, como bien lo apunta, se puede crecer “por desastre o por diseño” y diseñar para evitar las posibilidades de desastre es la mejor estrategia para el futuro.
Desde distintos flancos del sector y desde variadas posturas de gobierno la perspectiva de futuro es similar. Es una que invita a la industria a no ver sentada los cambios que en el mundo tienen lugar, sino a ser partícipe de ellos. Pero no desde una participación pasiva, sino desde una que se dirija al mejor uso de los recursos digitales, a la construcción de un nuevo modelo laboral —donde todas las partes resulten beneficiadas— y a una visión integradora de América del Norte que acompañe el entendimiento del T-MEC.
¿Qué veremos en esta Convención en 10 años? Probablemente cómo utilizar los recursos industriales de manera más eficiente… A lo mejor la industria en el metaverso y nuevos procesos industriales que hoy ni siquiera alcanzamos a imaginarnos.
La industria maquiladora y manufacturera de exportación en México atestigua una época de cambios que son tierra fértil para el futuro. Transformarlos en oportunidad es lo que se necesita y no cabe duda de que se logrará con la cooperación y construcción conjunta que tuve el honor de presenciar.
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POR ITZIAR GÓMEZ JIMÉNEZ
DIRECTORA DE AGENCIA DE COMUNICACIÓN PLASMAR
PAL