LA ESCENA EXPANDIDA

Óscar Liera, crítico implacable de la sociedad mexicana

El dramaturgo sinaloense fue un disidente, una presencia incómoda para la sociedad

OPINIÓN

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Juan Hernández / La escena expandida / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El dramaturgo sinaloense Óscar Liera (Culiacán, Sinaloa, 24 de diciembre, 1946 – 5 de enero de 1990) fue un disidente, una presencia incómoda para la sociedad mexicana e incluso para su familia que se avergonzaba de que el joven se dedicara al teatro y, sobre todo, porque el escritor era homosexual. Liera se cambió el nombre, tomó los apellidos y se los entregó a sus padres para que hicieran con ellos lo que quisieran.

Así como Liera se construyó a sí mismo, al elegir el camino de la crítica como librepensador y el estilo de vida que habría de llevar en la intimidad, también hizo un perfil despiadado de la sociedad mexicana, a la que desnuda en toda su hipocresía, doble moral, machismo, misoginia, homofobia, y la beatería de personajes perversos.

Estas características conocidas del dramaturgo adquieren un sentido discursivo íntimo cuando son señaladas por uno de sus más cercanos colaboradores, Rodolfo "Fito" Arriaga, quien se hizo a la tarea de recordar a su maestro sin perder de vista el rigor para abordar al artista en su dimensión política, ética y poética, y colocar al autor de “Camino rojo a Sabaiba” como uno de los dramaturgos de mayor importancia en México y el mundo.

Ludwik Margules, director de teatro fallecido en 2006, conocido por su rigor filosófico y ético en el ejercicio de la puesta en escena, montó “Camino rojo a sabaiba”, de Liera,  en el año 2000, y en aquel entonces consideró al dramaturgo como un creador de universos que profundizaba en el alma humana para mostrarla ante todos a contrapelo de todas las convenciones sociales, arraigadas en las costumbres y en el uso despótico y abusivo del poder.

Esta idea de Liera como un pensador del mundo desde la idiosincrasia y las costumbres de la sociedad sinaloense es desarrollada por Rodolfo Arriaga en el libro que tituló “Los caminos de Óscar Liera como creador de universos”, editado por el Instituto Municipal de Cultura de Culiacán  

Arriaga va de la confesión íntima al análisis de las obras que Liera escribió siempre desde una posición disidente, política y provocadora. Desmenuza la personalidad del artista, su temperamento, ideología, prestancia política, arrogancia que se convertía en la manera de posicionarse con valentía a la censura que sufrió desde muchos flancos y enfrentó casi siempre con éxito.

Arriaga heredó el Tatuas (Taller de Teatro Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa) grupo con el que Liera realizó sus búsquedas artísticas, formando conciencia crítica en los actores, en ese entonces nóveles, que arribaban al teatro de la mano de uno de los más grandes pensadores de esta disciplina artística.

"Fito" Arriaga aborda al personaje y a su obra con el rigor del investigador, pero no puede deshacerse de la admiración, del cariño que siente por Óscar Liera. Hay entre ellos una complicidad que trasciende el tiempo.

El libro “Los caminos de Óscar Liera como creador de universos” nos recuerda no solo que hay una deuda con uno de los más grandes escritores dramáticos que ha tenido México, sino que su obra sigue viva, actual y que en ella encontraremos la escritura de un clásico, que no se agota en el tiempo y el espacio de su realización sino que ofrece pensamiento sobre la condición humano que lo mantiene en el nivel de la eternidad que todo creador persigue.

Rodolfo Arriaga también es un provocador. Su escritura inquieta, invita a la lectura no sólo del libro que ha escrito sobre Óscar Liera sino también de las obras que éste autor dejó como un legado fundamental de las letras mexicanas.

Liera escribió desde su lugar de origen una obra que tiene, sobre todo en el estilo, el tejido de un autor cosmopolita. Desde Culiacán, Liera le hablaba al mundo con una propuesta artística que es cercana a la gente porque habla de ella.

Rodolfo Arriaga entrega este libro como un bocado delicioso para entender a Liera y a su obra de una manera clara. Introduce al lector en esos universos creados por el artista. Le invita a reflexionar con él sobre el mundo actual. Muestra al artista como humano con el talento de un genio. Reflexiona desde la anécdota sobre los peligros a los que se enfrentó Liera sin asomo de miedo, más bien de rabia, de indignación, de rebeldía frente a todo aquello que intentaba callar su voz.

Un libro imperdible porque viene de uno de los cómplices de Liera. Son las reflexiones de Rodolfo Arriaga, quien sigue en el teatro inspirado en la figura de su maestro, al que rinde homenaje con este tomo; un homenaje que no glorifica sino que humaniza y deja ver a un ser vulnerable que lucha hasta su muerte con las contradicciones de su propia condición humana y la idiosincrasia de una sociedad conservadora.

Leer las obras de Liera, llevarlas a escena, serán las mejores formas de reconocerle. En mi opinión, Rodolfo Arriaga nos recuerda que Liera sigue vivo en sus obras y que estas aún tienen mucho que enseñarnos sobre quiénes y cómo somos.  

POR JUAN HERNÁNDEZ
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