COLUMNA INVITADA

La teoría de la conspiración

Hoy tienen otros intereses las Fuerzas Armadas, se desplazan más hacia la administración pública

OPINIÓN

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José Lafontaine Hamui / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Siempre han existido teorías de conspiración en cada evento de filtraciones, magnicidios, guerras, etcétera. Varias plumas nacionales dejan ver que la CIA es la responsable de la filtración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en semanas pasadas. Puede ser cierto o no.

Incluso, se ha dicho que el plan de filtrar esa información o hackearla se gestó en el funeral de la Reina Isabel II, entre diplomáticos estadounidenses y mexicanos. Así podríamos seguir y seguir sin lograr alguna evidencia al respecto que sostenga estas presunciones. Lo cierto es que la CIA sí ha estado detrás de un sin número de movimientos políticos y sociales en el mundo y en México, desde sus inicios en la década de los 50, incluyendo el movimiento estudiantil de 1968.

Estas teorías de conspiración resultan irrelevantes frente al hecho que nuestra seguridad nacional está muy lejos de estar blindada, y que en lugar de espiar ciudadanos (lo cual siempre ha existido), podrían mejorar sus sistemas de seguridad cibernética y proteger la información de nuestras Fuerzas Armadas.

En las filtraciones, por llamarles de alguna forma, ya que no fue personal de la propia Sedena quien filtró, sino robada de forma remota dicha información, deja claro la forma de operar de esta administración, sobre todo con diputados y senadores del PRI, en especial sobre Rubén Moreira y Alejandro Moreno, quienes, de la mano de otros legisladores, todos ellos con mayor o menor cola que les pisen, los hizo vulnerables a la extorsión gubernamental. Quedó claro, y además solamente confirmó lo que todos sabíamos.

Lo que sí fue sorpresivo, fue que la idea de mantener a las Fuerzas Armadas del país en tareas de seguridad por muchos años más y mantener el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional, estuvo ideado y redactado en la propia Sedena, y no en el que fue nuestro máximo tribunal del país, esa lejana sede legislativa que de 1997 a 2018 decidió independientemente qué leyes serían las que regularían la vida nacional. ¿Quién logró el resultado que se buscó? ¿Quién quedó bien con el Presidente y con los Generales? Sencillo, el secretario de Gobernación.

De las filtraciones sobre la salud del Presidente, irrelevantes. El mandatario se ve sano, y ciertas afecciones de salud a su edad son absolutamente comunes, de ninguna forma le impiden ejercer el mandato, y por si fuera poco, su manejo del tema fue impecable.

Lo que sí es un tema importante, que debe analizarse a profundidad, y también han puesto en la mesa algunas columnas de la prensa escrita es la incógnita de quién maneja a quién: el Presidente a las Fuerzas Armadas o las Fuerzas Armadas al Presidente.

Ese tigre suelto, al que se refería el Presidente cuando era candidato, tal vez no sea exclusivo del pueblo enojado y enardecido; ese tigre bien podría ser un ejército que hoy en día no tiene como único y exclusivo objetivo la seguridad pública y nacional.

Hoy tienen otros intereses las Fuerzas Armadas, se desplazan más hacia la administración pública en general; de hecho, ya prácticamente manejan todo. Incluso, podríamos decir que lo único que les falta manejar es la economía y las relaciones internacionales.

La política interna según se lee, ya la manejan ellos.

Manejan, disponen y administran el sector comunicaciones, aduanas, salud, infraestructura, proyectos insignia, aeropuertos, puertos y fronteras, y claro, hoy y por muchos años más, la seguridad nacional o mejor dicho, la inseguridad nacional.

POR JOSÉ LAFONTAINE HAMUI
ABOGADO
@JOSE_LAFONTAINE

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