ARTICULISTA

El legado de Manuel Álvarez Bravo

Desarrollada a lo largo de ocho décadas, la obra del fotógrafo es más que una pieza fundamental de la cultura mexicana del siglo XX

OPINIÓN

·
Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las fotografías son memoria en imágenes, registran hechos, anécdotas, relatos y hasta la misma historia. Son documentos, pero también pueden ser más que información. Algunos autores, como Manuel Álvarez Bravo, han logrado fotografías que van más allá de la memoria y ocupan un lugar preponderante en la historia del arte del siglo XX.

Desarrollada a lo largo de ocho décadas, la fotografía de Manuel Álvarez Bravo (México, 1902-2002) es más que una pieza fundamental de la cultura mexicana del siglo XX: de singular valor estético, su obra constituye un logro pionero de la fotografía moderna. En su obra transitan escenas de protesta, de rabia, de nostalgia; escenas donde tiene lugar la ironía, el humor, el sentido lúdico de la vida. Sin duda sus imágenes tienen ese toque del reportero gráfico, que registra momentos del acontecer cotidiano, pero también refleja meditadas observaciones de escenas o de objetos, de las cuales se logra extraer una innegable carga estética.

Su obra es un discurso poético propio, autónomo y coherente en sí mismo, construido a lo largo del tiempo. Con influencias de la pintura, la gráfica, la literatura y la música, pero sobre todo del cine, el trabajo de Álvarez Bravo es una indagación en torno a la fotografía como arte: a través de imágenes, el fotógrafo parece interrogarse en torno a las relaciones entre la imagen y la palabra, los cuerpos y las cosas.

A ciento veinte años de su nacimiento, crece el reconocimiento de este artista. Sus fotos se reproducen una y otra vez, tanto en publicaciones como en la red. Además de encontrarse en galerías y subastas de arte, su obra forma parte de las colecciones más importantes de los museos de arte y se revisa con nuevas exposiciones y estudios. Podemos decir que sus imágenes son a la vez públicas y artísticas; por un lado, se reproducen en un sin fin de publicaciones de todo tipo, tanto en papel como en internet y; por el otro, se exponen, coleccionan y estudian igual que las mejores obras de arte.

A muy pocos autores se ha dedicado tanta atención como a él, esto lo demuestra las más de setenta monografías y catálogos que representan solo una pequeña parte de las exposiciones de sus fotos celebradas a partir de 1928 en galerías y museos. Además, cientos de revistas de todo el mundo han publicado sus imágenes. Los carteles, las tarjetas postales y también, por supuesto, la red las han llevado a todas partes, haciendo real la utopía del arte para todos.

Manuel Álvarez Bravo fue también un estudioso y promotor de las artes en México, coleccionó desde muy joven fotografías, estampas, piezas arqueológicas mexicanas y objetos de arte popular. Además, reunió una biblioteca especializada en gráfica, arqueología, artesanía, literatura y, sobre todo, fotografía. En 1972, donó alrededor de 400 piezas de fotografía antigua al Museo de Arte Moderno de la ciudad de México. Por otro lado, Fundación Televisa atesora una colección creada por el artista entre 1980 y 1986, compuesta por alrededor de un millar de impresiones de los principales autores del siglo XIX.

La vida del fotógrafo cesó hace ya veinte años, el 19 de octubre de 2002, en vísperas de adquirir ciento y un años de edad. En su laboratorio, el fotógrafo tenía fijo un trozo de papel con la frase “Hay tiempo”; quizás una idea que vivía todos los días e insinuaba su constante proceso de creación.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG


PAL