COLUMNA INVITADA

Cruzada contra la inflación

Los esfuerzos tendrán que continuar y redoblarse, ya que persisten riesgos a nivel mundial

OPINIÓN

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Jesús Ángel Duarte / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Uno de los desafíos de mayor magnitud que están enfrentando los gobiernos y las sociedades de todo el mundo, sin excepción, es el control de la inflación. Como es bien sabido, la inflación es el peor de todos los impuestos, simbólicamente hablando, ya que incide directa y significativamente en el costo de la vida y el poder adquisitivo del salario.

En este caso, evidentemente, se trata de una inflación importada. Más allá de los debates técnicos sobre las causas en términos de la oferta o la demanda, existe consenso sobre el origen global de la misma, por los efectos del conflicto armado Rusia-Ucrania, algunas consecuencias aún presentes que ha dejado la pandemia, así como las disrupciones en las cadenas de suministro; pero además, agravado por los componentes de los precios de los alimentos y la energía. 

Ante un panorama tan complejo, la estrategia más confiable que se suele utilizar y sigue prevaleciendo, es el acompañamiento del alza de precios con la modificación de las tasas de interés. Al aumentar las tasas de interés, los costos del financiamiento se elevan, mitigándose así la presión inflacionaria, con otras consecuencias de diversa índole, como la desaceleración de los flujos de capitales.

México ha actuado con responsabilidad en este contexto, con una política monetaria congruente y consistente, además de la implementación de un paquete de medidas (PACIC y PACIC 2.0) para establecer pactos y compromisos específicos con la iniciativa privada en lo referente a los productos de la canasta básica, así como una estrategia de subsidios y estímulos para estabilizar el precio de la gasolina, en la cual el gobierno ha invertido alrededor de 1.5 por ciento del PIB.

El resultado hasta la fecha es una inflación de 8.7 por ciento, similar a la de Estados Unidos, de 8.2 por ciento, pero claramente inferior que en otras latitudes, por ejemplo: Italia y España, con 8.9 por ciento; el Reino Unido con 9.9 por ciento o Alemania con 10 por ciento. Visto en bloques, la zona euro tiene una inflación de 9.1 por ciento, los países del G20, 9.2 por ciento: los miembros de la OCDE, 10.3 por ciento, e incluso tenemos países donde verdaderamente se ha salido de control, como Argentina, que ya supera 83 por ciento y podría llegar a 100 por ciento al finalizar este año. 

En América Latina, la mayoría de los países han estado buscando fórmulas para proteger el precio de los combustibles, no sólo los subsidios directos, sino fondos de estabilización, la rebaja de impuestos o exenciones fiscales.  De esta manera, si revisamos los comparativos a nivel regional, los precios en nuestro país son bastante competitivos en relación a los demás, logrando incluso precios más bajos que países como Uruguay, Chile, Costa Rica, Paraguay o Perú

De no ser por las medidas que se han llevado a cabo, tendríamos una inflación cercana al doble de la actual.  Los esfuerzos tendrán que continuar y redoblarse, ya que persisten los riesgos geopolíticos y financieros a nivel mundial. Cualquier acción que sirva para defender el poder de compra de las mayorías, valdrá la pena.  

POR JOSÉ ÁNGEL DUARTE

COLABORADOR

MAAZ