Era cuestión de tiempo para que la bomba explotara al interior de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, organismo detrás de los Globos de Oro y que a últimas fechas fue señalado por su falta de diversidad (entre los 87 miembros que había a principios del año pasado, no estaba incluida ninguna persona de raza negra), también se les acusó de corruptos, por tener prácticas discriminatorias, además de que los organizadores de los premios fueron criticados por recibir regalos por parte de las producciones a las que meses después les daban nominaciones (payoleros pues). Independientemente de esto, la realidad es que dicha asociación ya necesitaba una sacudida, una completa renovación desde hace muchos años pues un gran número de sus miembros eran muy mayores y con ideas quizá no tan actuales a los pensamientos de las nuevas generaciones.
Y aunque desde mayo pasado la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA por sus siglas en inglés) se puso las pilas y presentó un plan de acción que incluía contratar consultores en diversidad y ampliar la membresía para nuevos miembros de todos los colores y sabores, la realidad es que no les alcanzó para que la cadena NBC tomara otra postura y reculara en transmitir los premios el próximo domingo 9 de enero como la había hecho desde 1996.
Me consta que están haciendo cambios rápidos desde adentro de la asociación pues precisamente uno de los nuevos miembros de la misma desde octubre pasado es mexicano, colega mío y buen amigo.
Las cartas ya están puestas sobre la mesa y los cambios se tienen que ver reflejados pronto para que la HFPA recupere la confianza de actores, productores, estudios, publicistas y del resto del gremio periodístico que desde hace tiempo ya veníamos criticando las decisiones que tomaban.
De entrada las categorías de los premios ya son ridículas y estas divisiones que nadie entiende son desastrosas y claro que dejaban mucho que pensar con respecto a los motivos que los llevaban a elegir una u otra película que bien podía estar nominada al Globo de Oro o al Razzie (los reconocimientos a lo peor del año en cine).
Sin duda alguna la ceremonia de este domingo que se llevará a cabo a puerta cerrada sin asistentes, prensa, ni celebridades (que también responde a las medidas sanitarias por los brotes de casos de Ómicron en el país) será la más deslucida en mucho tiempo y obvio que desanima a cualquiera que nos dedicamos a esto y ansiamos que llegue el tan afamado award season que siempre arrancaba con estos premios y con los Critics Choice Awards que se llevarían a cabo el mismo fin de semana que los Globos de Oro pero que pospusieron la ceremonia por la crisis sanitaria.
Ni hablar, creo que regresaremos a hablar más de estrenos en streaming este 2022, porque cada vez son más las cancelaciones de los grandes eventos de cine, televisión y música... y lo que nos falta. Crucemos dedos para que no nos cierren los cines también.
POR LINET PUENTE
MAAZ