DES... PROPÓSITOS

Latinoamérica: Despedida de los Chicago Boys

El balance final derivado de la aplicación del modelo neoliberal es negativo

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después del retorno a la democracia en 1990 en que Chile ha experimentado con gobiernos de centro, izquierda y centroderecha, en sus últimas elecciones llevadas a cabo en noviembre pasado las mayorías han votado por un nuevo gobierno que busca una sociedad más igualitaria. Así, se agrega una nación más a la lista de países latinoamericanos que buscan una mayor justicia social.

Si bien el modelo capitalista liberal aplicado en los últimos 30 años en una gran parte de los países latinoamericanos fue capaz de crear economías más eficientes desde el punto de vista productivo y de mercado, el objetivo principal de la aplicación de dichas políticas de lograr un mayor desarrollo económico no se alcanzó.  Al cabo de tres décadas de aplicación del modelo sus resultados acusan que los grandes beneficiarios fueron las grandes compañías transnacionales y sus enclaves, a las cuales se tendieron alfombras rojas por todos lados, en tanto grandes capas de la población permanecieron ajenas a dicho proceso.

La mayor parte de las economías latinoamericanas presentan un panorama donde, por un lado, se localizan ciertas regiones y sectores que fueron privilegiados por el neoliberalismo, en el caso de México, la región centro norte del país y sectores vinculados al sector exportador, en tanto la mayor parte de la población permaneció en el olvido registrando mayores índices de pobreza a los existentes antes de la época en que se asumió el tristemente famoso “Consenso de Washington”.

En la actualidad, según información del Banco Mundial, 20% de la población en la mayoría de los países latinoamericanos se apropia de más del 50% del ingreso nacional- Brasil, 58%, Colombia, 55%, México y Panamá, 54%, Chile, 53%, Ecuador, 50%, etc.-, lo cual tiende a profundizarse, con los consecuentes problemas sociales que esto ha venido detonando y lo que podría venir de continuar con la misma tendencia. 

Los recientes resultados de las elecciones en Chile no son sino una muestra del descontento social existente derivado del modelo económico neoliberal impuesto hace más de tres décadas, basado , en términos generales, en permitir que sea el “mercado” el que de manera natural asigne los frutos del desarrollo sin tomar en cuenta a las grandes mayorías que no han tenido acceso a dicho ”mercado”, en la mayor parte de los casos, por falta de los elementos mínimos indispensables para poder ser incorporados a éste, como lo son: educación, salud, alimentación, etc. 

Es lamentable, pero el balance final derivado de la aplicación del modelo neoliberal, según lo demuestran los resultados electorales de los últimos tiempos en Latinoamérica, es negativo, demostrándose, una vez más, que el “mercado”, por sí sólo, no tiene la capacidad de incorporar a las grandes capas de la población al desarrollo. El “mercado”, desgraciadamente, tiende a privilegiar al capital en detrimento de los otros factores de la producción. 

No es en balde que en la mayor parte de los países latinoamericanos que han celebrado procesos electorales recientemente se ha optado por propuestas que ofrecen programas tendientes a propiciar una mayor igualdad social, como lo han sido los casos de México, Bolivia, Argentina, Honduras, Perú y ahora Chile.

El gran riesgo del momento para Latinoamérica es que muchos de estos nuevos gobiernos con tendencias centro-izquierdistas se radicalicen a tal grado que decidan emular prácticas políticas antidemocráticas como las que se han seguido en países como Venezuela, Nicaragua ,ó, la misma Cuba, para convertirse en dictaduras en donde lo único que “vale” es la palabra del dictador cuyos resultados están a la vista para todos: carencia de desarrollo, más corrupción y más pobreza.

Es deseable que los nuevos dignatarios, algunos de ellos muy jóvenes como el caso de Boric en Chile, busquen un mayor equilibrio social en sus respectivos países logrando una mejor distribución del ingreso que no es otra cosa más que exigir que cada uno de los agentes económicos contribuya según sus capacidades, esto es, la aplicación de políticas impositivas progresivas que permitan mejores niveles de bienestar a la población en general.  

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA ECONÓMICO
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM

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