CLARABOYA

Cerca de las armas

En fechas recientes mucho se ha venido escuchando sobre la escalada en el conflicto entre Rusia, Ucrania y occidente a través de la OTAN

OPINIÓN

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Azul Etcheverry / Claraboya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En fechas recientes mucho se ha venido escuchando sobre la escalada en el conflicto entre Rusia, Ucrania y occidente a través de la OTAN, así como un posible conflicto armado en un capítulo más de la llamada Guerra del Donbás y las repercusiones que eso podría traer a nivel regional y su tentativa escalada global.

Ya son más de 100 mil soldados rusos desplegados en una frontera que pareciera convertirse en el nuevo foco de conflicto internacional. Por una parte, occidente encabezado por Estados Unidos y la Unión Europea temen una inminente invasión rusa. Desde el Kremlin, se acusa de una influencia excesiva de la OTAN como una amenaza a su seguridad, por ello, vale la pena destacar algunos puntos clave para entender mejor la situación.

A pesar de que se disolviera la Unión Soviética en 1991, Ucrania y Rusia comparten profundos lazos históricos, sociales y culturales. Tan solo un año atrás el presidente Vladimir Putin vinculaba a ucranianos y rusos como una misma nación. No obstante, dicha unidad se debe entender desde una perspectiva rusa como un ente único. De ahí que, a finales de 2013, Rusia evitó que Ucrania se anexara a la Unión Europea y tras la crisis política que este hecho detonó, logró anexar a sus fronteras la península de Crimea, al sur de Ucrania.

Ahora bien, la renovada presión de Rusia a Ucrania va de la mano del interés de la OTAN de extender su influencia en las antiguas repúblicas socialistas que incluyen Bosnia y Herzegovina y Georgia, cuestión que se cataloga como una amenaza en Moscú, al punto de que el viceministro de relaciones exteriores ruso considera que es absolutamente obligatorio garantizar que Ucrania nunca se convierta en un miembro de ese organismo internacional.

Eso no quiere decir que las comunicaciones entre Washington y el Kremlin hayan cesado, por el contrario, han avanzado al punto de que Rusia propusiera la no proliferación de armamento nuclear fuera de sus fronteras y la no intervención militar de dicha alianza atlántica en territorios de países de la región como Polonia o las repúblicas bálticas. Sin embargo, la negativa de occidente a llevar esto a cabo podría orillar aún más la situación hacia un conflicto.

Si bien en el discurso Rusia dice no tener en sus planes atacar a Ucrania y lo que pretende es “detener el enfoque agresivo de occidente”, Estados Unidos y el Reino Unido responden con que el riesgo de un conflicto armado es real, con lo que se ha subido el tono de las advertencias al punto de asegurar que Rusia “pagaría un alto precio” en caso de invadir Ucrania.

Debido a lo anterior y de acuerdo con el sistema de inteligencia norteamericano, se ha detectado el despliegue de 100 mil soldados rusos en diferentes puntos de su frontera con Ucrania sin que presuntamente sea un hecho justificado.

Lo cierto, es que ninguno de los dos bandos parece ceder terreno ante las presiones internacionales y las amenazas de sanciones financieras y geoestratégicas que conlleva el inicio de un ataque armado, aún la ruta del diálogo sigue abierta y esperemos que más pronto que tarde se tenga una respuesta pacífica.

POR AZUL ETCHEVERRY
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@AZULETCHEVERRY

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