Desde 1946, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) es una de las instituciones más importantes de nuestro país, responsable de difundir el patrimonio artístico, estimular y promover la creación de las artes y desarrollar la educación y la investigación artística. De igual forma, a partir del año que se fundó, con el acervo artístico que heredó, inició un proceso de fortalecimiento de un patrimonio al que le confirió la misión de representar la identidad nacional y construir una imagen distintiva del arte mexicano en el contexto global.
Además del papel fundamental del INBAL como albacea y promotor del arte, la arquitectura y la literatura en México, una parte esencial de su labor ha sido la de documentar. Es responsable de la historiografía de diferentes manifestaciones artísticas como la arquitectura, el teatro, la danza, la música, la ópera, la danza, y en gran medida del desarrollo de la escena cultural de nuestro país. Gracias a la difusión y su trabajo de investigación, sabemos las historias de los grandes representantes de estas disciplinas y de la industria artística, pero es también primordial llevar a cabo un registro sobre esta infraestructura cultural, que como pilar de ella el INBAL ha mantenido por más de siete décadas.
TE PUEDE INTERESAR: Los autorretratos de Frida
En el marco de su 75 aniversario, celebrado el pasado 31 de diciembre, Lucina Jiménez, Directora General del INBAL, invitó a los diferentes actores que han construido la historia de esta institución a realizar durante el 2022 un trabajo de memoria y reflexión. En este tenor, es importante llevar a cabo un análisis de su evolución y contribución a la cultura de México, ya que este trabajo colectivo y participativo, permitirá no sólo guardar dicha memoria a través de archivos que puedan servir a futuros investigadores y como referencias a otras instituciones, sino será un parteaguas que admita generar nuevas pautas y explorar rutas para continuar trabajando con el propósito de lograr la permanencia en el tiempo de este organismo en el desarrollo de la vida artística, el cuidado del patrimonio y el fortalecimiento de la educación artística.
Hoy la tecnología nos permite tener mayores alcances y uso más eficiente de recursos. Por ello, los archivos son necesarios para poder mantener una relación sobre lo acontecido, para hacer énfasis no sólo en las historias individuales sino en las relaciones que hay entre los actores del mundo del arte y la cultura, para ofrecer información completa de forma gratuita para todo tipo de público.
TE PUEDE INTERESAR: El jardín de Monet en Giverny
La generación de archivos, digitales, audiovisuales, bibliográficos, hemerográficos, fotográficos y otros más del INBAL, es muy importante y requiere de especial atención al proceso de investigación, particularmente cuando se piensa en seguir un registro desde la contemporaneidad. Por lo tanto, dicho proceso será muy dinámico, pues tendrá que resolver aquellos retos que puedan presentarse.
De igual forma, también es fundamental gestionar y facilitar la colaboración entre las diversas instituciones y todos los actores de la escena artística para que esta iniciativa tenga congruencia y comunicación horizontal. Solo así, la infraestructura cultural nacional obtendrá mayor presencia y visibilidad, al tiempo que se reconocerá la magnitud y el papel fundamental del INBAL como entidad cultural.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG
PAL
SIGUE LEYENDO