COLUMNA INVITADA

En este sexenio todos los caminos llevan a la SCJN

¿Te has preguntado por qué a la gran mayoría de las leyes creadas o modificadas por esta Administración termina en la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El desacuerdo sobre las políticas de la #4T ya no tiene el papel antagónico. Cedió el paso a algo peor que la incertidumbre, o como hemos dicho en este espacio, certidumbre diferente. Hoy no vivimos en las consecuencias de los cambios que ha implementado este Gobierno, sino en la nueva definición de resistencia civil pacífica que no es otra cosa que aprobar como ciudadano lo que no aprobamos y/o nos beneficia como sociedad.

¿Te has preguntado por qué a la gran mayoría de las leyes creadas o modificadas por esta Administración termina en la Suprema Corte de Justicia de la Nación? Habrá quien diga que es resultado del equilibrio de poderes y que esto suma al proceso democrático.

También quien señale que es la resistencia al cambio porque ciertos grupos de poder quieren mantener sus privilegios. O, aquellos que proclaman como ley que esto es parte del proceso para que los beneficios simplemente cambien de manos.

Como es en la vida, todos tienen la parte de razón para la que les alcanza para imponer sus argumentos. Así, el poder del pueblo hoy reside en la inoperatividad que se genera entre la aprobación del mandatario y la limitación de que no se cumple la ley porque esta en proceso de ser debatida o templada ante la Constitución en la SCJN.

Lo anterior da libertad de acción de gobierno mientras quita libertades al ciudadano y retrasa, una vez más, el sueño imposible de ser lo que en discursos políticos estamos destinados a ser.

Pero, si es así y hasta la democracia esta en la Corte, ¿por qué parece que el país sigue caminando y el mayor escándalo es el precio del limón mientras la inflación llegó a niveles de la peor crisis económica de la historia reciente?

Porque todos somos el loco de periférico, aquel que se escapó del manicomio y escucha en el radio que una persona va manejando en sentido contrario sobre una vía de alta velocidad, y se dice a él mismo: ¿uno?... miles.

Ejemplos en México sobran. El Parlamento Abierto de la Reforma Eléctrica es uno, ahí no importa el dato por más contundente que sea, pesa repetir la historia o abonar al chisme, que es más jugoso.

No vale la pena incomodar con más ejemplos, porque la reacción gubernamental de incomodidad es distractora de realidad y aunque esto, en algún tiempo se llamó censura o autocensura, hoy se interpreta como acuerdo.

La realidad es que, como resalta The Economist, los gobiernos se están volviendo “más mandones”. A diferencia del pasado, esto no está sucediendo por imposición, sino por circunstancia -Covid, vacunas, libre circulación-; y aprobación ante el mandatario.

La semana pasada (bit.ly/3qKzUEX) hablábamos de cómo y por qué la comunicación y asuntos corporativos deben dar un giro frente a esta realidad porque la cultura empresarial ya no alcanza como vehículo para crear la propia historia y/o realidad. Tan no es suficiente que la prueba de fuego en la venta de Banamex por parte de Citi está en que es pretexto para otra nacionalización disfrazada. "No queremos que ese Fondo (Cultural Banemex) se vaya al extranjero ni que quede como privado"; señaló el Presidente.

No importa qué tan bien haya preservado el patrimonio cultural, empleos se generen o impulso a la economía den; el pecado está en lo privado que ya es sinónimo de corrupción y satán se disfraza de empresas.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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