PANORAMA INTERNACIONAL ANÁHUAC

Gas: fuera de control

Los analistas geopolíticos y estrategas de seguridad sabían que esta crisis estallaría en algún momento, pero la industria y los líderes políticos no reaccionaron

OPINIÓN

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Juan Arellanes / Panorama Internacional Anáhuac / Opinión El Heraldo de México

Hace unos días, un buque gasero con destino a China dio vuelta en “U” en Hawái y enfiló hacia Europa. Aunque el costo de peaje se incrementó notablemente, Europa está tan hambrienta de gas (y dispuesta a pagar precios tan altos) que la operación fue rentable. Meses atrás ocurrió lo contrario: buques gaseros rumbo a Europa se desviaron hacia China. ¿Los perdedores? Aquellos sin capacidad de pago: Pakistán tuvo que paralizar su producción textil debido a las disrupciones de suministro energético; el Parlamento de Moldavia aprobó el 20 de enero el estado de emergencia en todo su territorio debido a la falta de gas.

El sistema energético global, basado en combustibles fósiles, se está desmoronando ante nuestros ojos. Aunque el carbón y el petróleo tienen sus propios problemas, son los mercados regionales de gas los que experimentan las mayores aberraciones. América del Norte se ha mantenido a salvo, por el momento, por el excedente de gas en los campos de fracking.

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Se están produciendo procesos de retroalimentación entre las distintas crisis que afectan tanto a los sistemas humanos (salud, comercio, política, seguridad) como a los sistemas terrestres (atmósfera, océanos, ecosistemas). Las crisis energética y climática se aceleran mutuamente. Veranos muy calurosos e inviernos muy fríos han incrementado la demanda y el precio de la energía. 

Asia-Pacífico es profundamente dependiente de las importaciones de gas natural licuado. Europa (y Reino Unido en particular) agotaron su gas, pero no su dependencia de él. Durante las dos décadas pasadas, Europa buscó alternativas para abastecerse de gas en Azerbaiyán, Turkmenistán, Qatar y hasta en Irán e Israel. No encontró ninguna alternativa realista que disminuyera su dependencia de Rusia.

Las exportaciones de gas ruso a Europa han caído de forma importante en el último año. Aunque sin duda Rusia está tratando de aprovechar la crisis energética para presionar a Europa y conseguir la ratificación del gasoducto Nord Stream 2, lo cierto es que la capacidad exportadora de Rusia está disminuyendo por el incremento de su consumo interno. 

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La crisis del gas no se trata sólo de problemas coyunturales de suministro por el crecimiento acelerado de la demanda, un efecto secundario de la pandemia, como piensa la mayoría de los líderes políticos y de los analistas financieros: muchos abastecedores de gas están teniendo problemas para mantener sus niveles de producción y exportación. Argelia y Kazajstán son casos notables. Los analistas geopolíticos y estrategas de seguridad sabían que esta crisis estallaría en algún momento, pero la industria y los líderes políticos no reaccionaron. Se acerca un punto de inflexión en el sistema energético que, además de mecanismos de mercado, se resolverá por medios geopolíticos.

POR JUAN ARELLANES
PROFESOR DE GEOPOLÍTICA EN LA FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES DE LA UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO

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